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El horror de un psicólogo ante los 'mass media'

Paul Watzlawick: "Los medios de comunicación lavan el cerebro más que las dictaduras"

Xosé Hermida

Su relativismo es radical, tanto como para afirmar que "los crímenes más horribles de la humanidad se han cometido cuando alguien ha creído encontrar la verdad". Paul Watzlawick, profesor de la Universidad de Stanfod (EE UU) y autor, entre 12 libros, de La realidad inventada, Teoría de la comunicación humana o El lenguaje del cambio, es un divulgador de la terapia familiar, además de estudioso de la comunicación. Sobre el impacto de los medios de comunicación en el comportamiento humano cree que "han llegado al punto de lavarle el cerebro como ningún Gobierno totalitario consiguió jamás".

Paul Watzlawick ha dedicado media vida a estudiar la comunicación humana y se confiesa espantado ante los efectos sobre el comportamiento social de los medios de comunicación, "que han llegado al punto de casi lavarle el cerebro al público como ningún Gobierno totalitario consiguió jamás".Paul Watzlawick ha estado en Santiago de Compostela para impartir un seminario de posgraduados organizado por el departamento de Psicología Clínica y Psicobiología. Admirador de la transición política española, que propone como modelo para los países del Este europeo, habla perfectamente castellano e insiste en que se haga constar el alto nivel de capacitación profesional que dice haber encontrado entre sus colegas españoles.

La realidad inventada, Teoría de la comunicación humana o El lenguaje del cambio son algunos de sus títulos más conocidos, traducidos a 56 idiomas. Watzlawick se ha destacado como difusor de la terapia primero llamada familiar y últimamente sistémica, que intenta huir del enfoque individual de los problemas psicológicos para inscribirlos dentro del entorno humano que los conforma.

El ordenador y el gato

Este método supone también el abandono de las técnicas del psicoanálisis y su pretensión de resolver los problemas rastreando sus causas más profundas. "Yo no niego que el presente tiene sus causas en el pasado, digo simplemente que para hacer algo en el aquí y en el ahora no es necesario ir hacia atrás en la búsqueda de las causas. No pregunto por qué existe un problema, me interesa más el para qué, su función", explica Watzlawick.

Pregunta. ¿Se podría decir que todos los problemas psicológicos son problemas de comunicación?

Respuesta. No necesariamente. Yo tengo miedo a esas reducciones a una sola causa. No cabe duda de que también los procesos bioquímicos pueden crear problemas psicológicos. Pero en ese caso entra también la reacción del entorno, del ambiente humano. Las enfermedades mentales nunca están aisladas en la cabeza de una sola persona.

P. Teniendo en cuenta esto, ¿se podría hablar de algún trastorno específico de la era de los medios de comunicación de masas?

R. Esa es una pregunta muy peligrosa, porque yo tengo una idea bastante negativa del efecto de lo que en inglés se llama mass media. Según mi modo de ver, no se trata de verdaderos procesos de co-municación, ya que por el momento es casi un proceso unidireccional, desde el emisor a un receptor pasivo. Los efectos de la televisión, por ejemplo, creo que los vamos a descubrir muy lentamente. En Estados Unidos, en muchísimas casas, hay ordenadores personales y el niño de cuatro o cinco años ya empieza a aprender a relacionarse con una máquina impersonal antes que con los seres humanos, o con un perro o un gato. Eso para mí es espantoso y va a tener efectos que todavía no podemos imaginar.

P. Se produce además la paradoja de que cuanto más se extiende la comunicación de masas, más problemas se crean en la comunicación interpersonal.

R. Eso también es así, pero lo que más me espanta es que los mass media, en forma perfectamente democrática, han llegado casi al extremo de lavarle el cerebro al público como ningún Gobierno totalitario consiguió jamás. Hoy en día se piensa como piensan ellos en la televisión. Se viste, se habla, se hace todo lo que se ve en la televisión. Y lo que sale en la televisión tiene que reunir cuatro características: que sea ruidoso, feo, estúpido y principalmente violento.

P. Usted es un constructivista radical. Afirma que la realidad no existe sino que es fruto del sentido que le confiere cada individuo o cada sistema. Casi podríamos afirmar que existen tantas realidades como individuos y como sistemas. ¿Desde esta perspectiva, cómo es posible la comunicación?

R. La comunicación es comenzar a comprender la realidad del otro, su punto de vista. Lo más importante es evitar ese error fundamental que se comete cuando se afirma "yo sé exactamente lo que pienso de los dernás". Esa ha sido toda la base de la guerra fría, por ejemplo.

P. Por tanto el único modo de organizar la vida social es mediante el consenso.

R. Sí. Sería el intento de encontrar las soluciones mejores para erradicar el sufrimiento. Lo decía Karl Popper, la meta de una sociedad razonable tiene que ser la reducción del sufrimiento y no la llegada a ciertos estados utópicos de bienestar. La felicidad tiene que ser tarea del individuo, no de la sociedad.

Terapias rápidas y concretas

P. Su constructivismo radical puede interpretarse como una forma extrema de relativismo o incluso de nihilismo. Parece negar la posibilidad de todo tipo de valores universales.

R. Yo recibo cartas de gente muy enojada que dice que soy el responsable de un nuevo nihílismo, de una teoría que deshace los valores. Pero yo digo que alguien que efectivamente llegara a la comprensión de que él mismo es el arquitecto de su propia realidad sería ante todo una persona libre, porque en cualquier momento podría cambiar su realidad; responsable, en el sentido ético rnás profundo, porque no podría descargar su culpa en los demás; y muy tolerante, porque sabría que su realidad es tan hipotética como la de cualquier otro.

P. La terapia sistémica prácticamente le ha dado la vuelta al tradicional modo de actuar del psicoanálisis. ¿Usted cree que a estas alturas el psicoanálisis es ya inservible?

R. No digo que sea inservible, pero en todo el munde crece la necesidad de terapias más rápidas, más concretas, y como se sabe el psicoanálisis es una forma de tratamientio bastante larga en el tiempo. Yo no estoy psicótico hasta el punto de decir que nuestro enfoque es el único posible. Pero, dentro de 20 años la gente se reirá de esto que digo, porque las cosas están en continua evolución. Se encontrarán otros métodos más eficaces más útiles, más modernos y más humanos. Y según mi modo de ver, la evolución sen una continuación del desarrollo sistémico. Es muy difícil imaginar que vamos a regresar a la perspectiva monádica individual. Habrá una revolución en el enfoque de aborda los problemas psicológicos.

P. ¿Existe algún problema psicológico irresoluble?

R. Hay muchas enfermedades físicas y por supuesto problemas emocionales, mentales de muy difícil solución. Pero no quiero decir que sean irresolubles. El fundador de nuestro instituto siempre decía que no existen casos desesperados, hay sólo terapeutas que no son competentes. Esto es quizás exagerados pero para un terapeuta constituye una regla muy útil.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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