Un arte muy ecológico

Una estufa de resistencias es una lámpara y el respaldo de una silla de tijera se ha convertido en un telar. Estas y otras transformaciones no son sólo ideas creativas. Una exposición sobre muebles reciclados en el distrito de Arganzuela pone sobre la pista de cómo aprovechar los muebles antiguos, en su mayoría sacados de los contenedores de basuras. No se trata de ahorrar dinero, sino árboles. La muestra se llama A favor de los bosques.

La muestra, que está en el centro cultural La Casa del Reloj (paseo de la Chopera, s/n) hasta el 5 de mayo, es un llamamiento a la defensa de plantaciones arbóreas, cada vez más escasas en nuestro planeta. Treinta alumnos del taller de Reciclaje Creativo de Mobiliario han realizado los trabajos Ellos han convertido en objetos de exposición muebles que son desechados por los ciudadanos De hecho, el material original utilizado se ha sacado en su mayor parte de los contenedores de basura de Madrid.Dar a estos objetos de desecho una nueva utilidad o hacerlos más decorativos ha sido la labor realizada en un total de 30 muebles, entre sillas, armarios y sillones, todos de madera. Casi todos los muebles han necesitado una primera reparación de urgencia. A partir de ahí, la técnica, en las restauraciones, y la imaginación, en los reciclajes, es lo que cuenta.

Resaltar las vetas

En una mesita de noche se ha utilizado la técnica del papel, muy usada en la encuadernación, para reponer una chapa deteriorada. Otros han utilizado el policromado. Según Carmela, autora de la restauración de un armario, la pieza le ha supuesto dos meses de trabajo, aunque lo más pesado ha sido lijar. La técnica empleada ha sido la de teñir con anilina polvo de tierra teñida diluido en alcohol). Así se resaltan las vetas de la madera.En A favor de los bosques llaman la atención los trabajos de reciclaje. Como la estufa de resistencias convertida en una lámpara con dos tubos fluorescentes. Del respaldo de una silla de tijera se ha ideado un telar con sus distintos trenzados. Una radio y un viejo maletín, se han convertido en altavoces supletorios.