La CE estudiará el impacto ambiental del mercado único

La CE someterá a estudio de forma urgente las consecuencias medioambientales que supondrá la implantación del mercado único europeo a partir del 1 de enero de 1993, según acordaron ayer los ministros de Medio Ambiente de la Comunidad reunidos en sesión informal en el castillo de Ashford, situado a unos 250 kilómetros de la capital de Irlanda, Dublín.Los ministros, reunidos bajo la presidencia del irlandés Pardraig Flynn, concluyeron que será necesario tener en cuenta aspectos como controles fronterizos, estándares ambientales, problemas de las regiones periféricas, legislación comunitaria ya existente y la posibilidad de que se aplique la denominada fiscalidad ecológica a la hora de diseñar posibles medidas de protección del entorno.

El responsable de Medio Ambiente español, Javier Saénz Cosculluela, solicitó a sus colegas comunitarios que no se olvide en ningún momento que la política ambiental debe estar presente en la realización del resto de políticas comunitarias.

Sáenz Cosculluela insistió asimismo en que en el momento de diseñar las políticas de agricultura, de transportes y de energía, entre otras, se incluyan los aspectos ambientales que implican. Afirmó también que en la realización de la política medioambiental europea no deben olvidarse los aspectos económicos.

Los ministros consideraron que algunos sectores económicos deberán experimentar mayor agilidad y crecimiento económico aún con las nuevas medidas de protección del ambiente europeo ya concretadas y con las que puedan instrumentarse en el futuro.

Para la presidencia irlandesa, la tendencia a seguir debe ser la de desarrollar políticas ambientales que aseguren ese progreso del que se espera sea un crecimiento verde en Europa. Por tal razón, para los países comunitarios, es imprescindible que, de forma urgente, se desarrollen esas consideraciones y se establezcan mecanismos que permitan mejorar la cooperación en las políticas sectoriales.