Los misquitos inician su desmovilización

El general español Agustín Quesada, comandante del grupo de observadores de las Naciones Unidas para Centroamérica (ONUCA), empezó a recibir el lunes las armas de los rebeldes antisandinistas instalados en Honduras. Unos 250 indios; misquitos fueron quienes iniciaron la desmovilización, y para hoy está previsto que un millar de contras refugiados en Yamales (este de Honduras) hagan lo mismo.Observadores políticos y diplomáticos; en Tegucilgalpa consideran que esas entregas de armas son más bien simbólicas, ya que la mayor parte de los rebeldes antisandinistas se encuentran en Nicaragua desde hace casi un mes.

La mayoría de los combatientes que se encuentran en Yamales son lisiados y enfermos que regresarán a Nicaragua en los próximos días bajo la supervisión de la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación (CIAV).

El desarme y desmovilización de los primeros antisandinistas -un grupo de 260 indígenas mosquitos, entre ellos 14 mujeres y 24 mutilados- se produjo el lunes pasado en la comunidad de Kiatara, departamento hondureño de Gracias a Dios, en presencia del general Quesada, 30 militares venezolanos y observadores de la ONU y del Gobierno de Honduras. Quesada considera que "lo importante es que se avanza, quizá no cómo se descara, en el proceso de pacificación en Centroamérica".

El grupo de ONUCA comenzó a llegar a Honduras, sede de su cuartel general, el 1 de diciembre de 1989, al mando del general de división español. Quesada, de 58 años, considera que ONUCA ha trabajado "sin prisa pero sin pausas" en el proceso de desarme y desmovilización de los contras. El grupo de ONUCA, más conocido como boinas azules, ha efectuado en sus casi cinco meses de operación un despliegue de paz sin precedentes en Latinoamérica, en donde la guerra ha causado en la última década mas de 250.000 víctimas, entre muertos y heridos, y cuantiosas pérdidas económicas.