El sanedrín del camarada Mijail

El Consejo Presidencial, el último y ecléctico diseño político de Mijail Gorbachov, se instala estos días en el recinto del Kremlin en un ambiente de cábalas e hipótesis sobre el futuro poder de este organismo, formado por una amalgama de 16 personajes cuyo denominador común es el de ser un vínculo entre el líder y los distintos fragmentos de la realidad soviética.

De acuerdo con la ley aprobada por el Parlamento en marzo pasado, el Consejo Presidencial tiene por fin "elaborar las medidas para realizar las principales líneas de la política interior y exterior de la URSS y garantizar la seguridad del país". Sus miembros son nombrados por el presidente y sólo el presidente del Consejo de Ministros, es decir, Nikolai Rizhkov, está en el Consejo Presidencial por razón de su cargo.El Consejo no tiene en principio ninguna capacidad para decidir, y la permanencia en él depende absolutamente del presidente. Algunos observadores opinan que el Consejo ha reunido a los asesores de Gorbachov, hasta ahora desperdigados, y otros lo comparan a los comités de consejeros del presidente norteamericano, con las funciones del Consejo de Seguridad Nacional.

Contestando a la pregunta sobre si el Consejo sustituirá a la actual estructura de poder, el académico Stanislav Shatalin, el encargado de la reforma económica en el Consejo, dijo que no existe "una total claridad" sobre el tema. De los 16 miembros hasta ahora nombrados (que pueden ser más si Gorbachov así lo decide), 15 son miembros del partido comunista, y de ellos siete son miembros plenos o miembros suplentes del Politburó del PCUS, comenzando por Alexandr YakovIev, que, según fuentes informadas, tiene un papel de primer vicepresidente (es decir, número dos después de Gorbachov) en el Consejo. Junto a él y Rizhkov, la jerarquía comunista está representada por VIadimir Kriuchkov, jefe del Comité Estatal de Seguridad (KGB); Edvard Shevardnadze, ministro de Exteriores; Yuri Masliukov, jefe del Comité de Planificación o Gosplan; Dimitri Yazov, ministro de Defensa, y Ycvgueni Primakov. Este último, un ruso nacido en Tiflis, que pertenece al equipo de Shevardnadze, ha dejado su cargo como presidente de una de las dos cámaras del Soviet Supremo para dedicarse al Consejo Presidencial.

Primakov es una de las figuras controvertidas del momento político. Hace poco, este funcionario a cargo de la comisión contra los privilegios, fue criticado por un periódico moscovita por haber usado un avión oficial tras una visita particular a la zona de balnearios del Cáucaso. Por otra parte, su nombre aparece como uno de los que se movería en la carambola -Ministerio de Exteriores por medio- que podría causar el cese de Nikolai Rizhkov como jefe del Gobierno. La hipótesis del cese de Rizhkov tiene como base la necesidad de impulsar una reforma económica radical más eficaz que las medidas adoptadas hasta ahora por el primer ministro.

El Consejo Presidencial, la, media de edad de cuyos miembros es de 58 años, tiene en sus filas a Valeri Boldin, un personaje que ha estado entre bastidores, pero que ha manejado muchas palancas de poder. Boldin, un economista fogueado en la redacción del periódico Pravda y el aparato del Comité Central, fue ayudante del secretario general y últimarnente era jefe de la Sección General del PCUS, por donde pasan los documentos claves del Comité Central. El sector científico está representado por el académico Yuri Osipian, que dirige el Instituto de Física de los Cuerpos Sólidos de la Academia de Ciencias; y la agricultura próspera y al mismo tiempo el Báltico lo están en la figura de Albert Kauls, presidente de una empresa agroindustrial letona con sólidas conexiones internacionales.

El Consejo Presidencial tiene dos polos antagónicos en el prestigioso economista y académico Stanislav Shatalin, por una parte, y el líder obrero Veniamin Yarin y el escritor Valentín RaspuItin, por otra. Shatalin, que era consejero personal de Gorbachov desde el pasado otoño, es un ferviente partidario del paso decidido a la economía de mercado y la propiedad privada, así como de una política socialdemócrata. Sus manifestaciones en contra del nacionalismo ruso le han granjeado la animadversión de sectores patrióticos que están representados en el Consejo por Rasputin y también por Yarin.

Veniamin Yarin, uno de los fundadores del Frente Unido de los Trabajadores, fue elegido por Gorbachov entre tres candidatos para representar a los sectores obreros en el Consejo Presidencial. Yarin considera que ni los sindicatos ni el aparato del partido defienden a los obreros y que éstos son culpados injustamente por los "desastres políticos y económicos" del país durante 72 años. Yarin ha participado en mítines en los que se ha acusado a Alexandr Yakoviev de ser "agente de una empresa multinacional", en alusión a la actitud prooccidental de este dirigente.

El Asia soviética está representada por el escritor Chingiz Aitmatov, quien sabe traducir en bellas imágenes los cuentos mitológicos de su Kirgisistán natal. Completan la lista el ministro del Interior, Vadim Bakatin y Grigori Revenko, antiguo responsable del partido en Kiev.