La 'cumbre' antidroga de Londres descarta la legalización del consumo

La conferencia mundial para la reducción del consumo de drogas celebrada en Londres concluyó ayer con una amplia y ambiciosa declaración lograda tras una larga y tensa noche de negociaciones en la que se enfrentaron distintas estrategias para combatir el problema y se descartó la legalización del consumo.

El documento final aprobado por los 112 países asistentes no es tan frontal como deseaban los norteamericanos, deja bien claro que el problema ha alcanzado dimensiones globales y llama a instituciones elementales como la familia y el vecindario a sumarse a la lucha contra la droga.El borrador de declaración alentaba la extensión de los programas de entrega de jeringuillas a drogadictos como medio para ponerles en contacto con los servicios de sanidad implicados en la lucha antidroga. La delegación nortemericana plantó cara a esta propuesta y, tras un enardecido debate nocturno en que exigió repetidamente que se eliminara toda referencia a jeringuillas, acabó aceptando la declaración final en la que se indica que es un sistema que usan algunos países y se llama a la cautela para evitar que tal técnica preventiva degenere en promoción. "Fue un éxito que quedara alguna referencia al programa de intercambio de jeringuillas", reconocía una fuente de la delegación española.

Los norteamericanos también tuvieron que aceptar que desapareciera por completo de la declaración final la alusión al eventual empleo de medios biológicos en la erradicación de los cultivos de coca.

Estados Unidos, que apuesta por un combate frontal contra la droga, y Europa, más flexible, han han reconocido en esta conferencia que el consumo es un problema que ya afecta a ambos y que la solución al conflicto no puede lograrse sin rebajar la demanda.

Educación e información son armas para atacar esa demanda, como lo es el análisis de las causas que inducen a la juventud a entregarse a la droga. A los empresarios también se les pide que pongan en marcha acciones preventivas en los lugares de trabajo. "Todas las medidas deben tener como objetivo motivar a los toxicómanos para que vivan sin droga", indica la declaración.

Junto a la prevención del consumo., la conferencia llegó a la conclusión de que han de potenciarse las redes de rehabilitación y buscar alternativas al encarcelamiento de los delincuentes que deseen someterse a tratamiento. David Waddington, ministro británico del Interior, dijo que "hay que intentar que los jóvenes no entren en el sistema penal porque la experiencia demuestra que luego se quedan en él".

La declaración de Londres considera que para combatir la amenaza de la cocaína han de adoptarse medidas multidisciplinarias que van desde la adopción de programa de desarrollo alternativo en las zonas productoras de planta de coca hasta la participación del sistema bancario en la lucha antidroga.