Mitsotakis logra la mayoría, apoyado por un disidente

El conservador Constantino Mitsotakis podrá hacer realidad su sueño de convertirse en primer ministro de Grecia, al cuarto intento (los tres últimos en menos de 10 meses), tras recibir ayer el apoyo de Constantino Stefanopulos, dirigente del minúsculo partido de centroderecha Diana. El voto de la única diputada que ha obtenido este grupo disidente de Nueva Democracia y los de los 150 parlamentarios propios (de un total de 300) proporcionan al líder conservador la mínima pero suficiente mayoría absoluta que necesita para formar Gobierno.

Stefanopulos no ha exigido siquiera para apoyar a Nueva Democracia alguna cartera en el futuro Gobierno. 1-71 mismo no resultó elegido diputado y no tiene ninguna gana de echar las campanas al vuelo, y las cosas no han cambiado tanto como para prever a corto plazo una vuelta al seno materno. Eso sí, ha puesto tres condiciones, aceptadas inmediatamente por Mitsotakis, tanto más cuanto que alguna de ellas resulta demasiado abstracta para suponer un compromiso difícil de cumplir: fin de la política estrecha de defensa de intereses partidarios, recorte del gasto público tras la severa advertencia de la Comunidad Europea y más igualdad social. No obstante, Stefanopulos precisó que hubiera preferido un Gobierno de concertación que uniera las fuerzas de comunistas, socialistas y conservadores, que fuese capaz de alejar el fantasma de nuevos comicios y que pudiera sacar al país de una crisis económica que amenaza incluso su futura integración en el Mercado único de la Comunidad Europea.Así las cosas, Mitsotakis recibirá con toda probabilidad el encargo de formar Gobierno por parte del presidente de la República, Christos Sartzetakis. Una de las primeras misiones del nuevo Parlamento será, precisamente, cuando se constituya el próximo día 23, la de elegir un sucesor para este juez incorruptible que ha cumplido sus cinco años de mandato sin que nadie pudiera acusarle en ningún momento de parcialidad.

Resultados

Con la práctica totalidad de los votos escrutados, Nueva Democracia se anota el 46,89% y 150 escaños (46,19%, y 148 diputados el pasado 5 de noviembre), frente al 38,62% y 123 diputados de los socialistas del PASOK, que dirige el ex primer ministro Andreas Papandreu (38.6% y 123), y el 10,27% y 19 parlamentarios de la Coalición de Fuerzas de Izquierda y de Progreso, que dominan los comunistas. El resto de los escaños se reparten así: cuatro a candidatos únicos de la izquierda en circunscripciones en que el PASOK y la alianza comunista se presentaron conjuntamente, dos a musulmanes de Tracia (tenían uno), uno a los ecologistas (que no varían) y el otro a Diana (que no se presentó el pasado noviembre).

Si comprensible es el ascenso de Nueva Democracia, ya que el clamor por un Gobierno estable se estaba haciendo imparable menos lógico parece el descenso del PASOK, que fue capaz de superar hace cinco meses (ganó tres diputados) la capa de basura que el Parlamento le echó encima al permitir que Papandreu fuera procesado como supuesto culpable de sobornos y de ordenar múltiples escuchas telefónicas ilegales. No obstante, la pérdida de votos no es tanta como parece a simple vista, ya que muchos de los votos de los candidatos de los distritos de un solo escaño son socialistas.

Mitsotakis compareció ante centenares de periodistas, a las cuatro de la madrugada de ayer, un tanto despeinado tras los achuchones de sus partidarios, exhibiendo su especial sonrisa cuando ya sabía que no podía robarle votos y rodeado de su estado mayor, con su esposa, Marika, y sus cuatro hijos -Kiriakos, Alexandra, Katerina y Dora- como inmejorable guardia pretoriana. Dora ha dado probablemente a su padre el escaño que le ha permitido gobernar y que pertenecía a su marido, Paulos Bakoyanis, antes de que fuera asesinado el pasado mes de septiembre por terroristas del grupo izquierdista 17 de Noviembre.

Consenso

El líder conservador prometió "un Gobierno para todos los griegos", un punto de partida para la recuperación económica, la búsqueda de un amplio consenso sobre su acción política y una estricta imparcialidad que no tendrá en cuenta la afiliación partidaria a la hora de asignar los cargos, sino la capacidad de cada cual. Cambiar la "criminal ley electoral" es uno de sus propósitos, pero no la máxima prioridad.

En cuanto a su programa económico, se remitió al momento en que lo presente ante el Parlamento y no quiso pronunciarse sobre si seguirá, en líneas generales, las recetas de austeridad y aumento de impuestos que proponía el Informe Angelopulos, encargado por el anterior primer ministro, el octogenario Xenofón Zolotas. Éste se presentó la noche electoral en el centro de Prensa internacional, defendió la validez del informe y expresó su confianza en un Gobierno estable. "En otro caso", concluyó, "el país va hacia el desastre".