Nadie gana, todos pierden
La huelga realizada por los 6.800 trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha terminado por cansancio.Un cansancio de 22 días durante los que la primitiva demanda de un 7,5% y 25.000 pesetas lineales ha sido sustituida por un 12,5% este año, el IPC de 1990 más dos puntos para el próximo y un plan de recuperación del poder adquisitivo de 1.500 millones a repartir entre 1991 y 1992. En otras palabras, los trabajadores, a 1 de enero de 1992, además de mantener su actual nivel adquisitivo, percibirán en dos etapas una cantidad mensual que, al final, oscilará entre las 24.000 y las 29.000 pesetas. Claro que a todo ello hay que restar el sueldo correspondiente a 22 días de huelga.
Pero si la Plataforma Sindical, convocante de los paros, no ha logrado su objetivo económico, tampoco los sindicatos que integran el comité de empresa han quedado en una situación fácil, con vistas a las próximas elecciones a realizar en la empresa. Los intentos del Ayuntamiento por negociar únicamente con los representantes Iegalmente elegidos" y la insistencia de ambas partes en que finalmente va a ser aplicado el preacuerdo por ellas alcanzado, no acallan los gritos de rechazo de los 2.000 trabajadores que se hqn reunido a diario.
Los ciudadanos, que han sido sin duda los grandes perdedores ante la falta de un servicio esencial para una ciudad, tampoco han logrado entender cómo el equipo de gobierno municipal no lograba encontrar solución al conflicto. Una vez más Ayuntamiento y Comunidad se han enzarzado en una vieja pelea en torno al transporte y han llovido acusaciones cruzadas sobre la responsabilidad del 1 neumplimiento de los servicios mínimos.
Por otra parte, el Consejo de Administración de la EMT, que preside el alcalde, no se ha reunido en ningún momento. El ex alcalde, Juan Barranco, ha aprovechado para acusar de inhibición al actual equipo. Éste, para acusar a los socialistas del deterioro salarial de los trabajadores. Sólo cuando las instItuc1 ones se sentaron en el Consejo de Administración del Consorcio y salieron con una postura firme y común el conflicto terminó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.