Los 'obreros' de la cultura organizan un concierto para defender su trabajo en pequeños locales
Los problemas que se han originado en diversos sectores culturales de a pie en Madrid han motivado que 300 artistas de diferentes sectores apoyen la creación de una asociación (Madrid Calle de la Cultura) que tratará de defender los derechos de estos artistas no consagrados con vistas al Madrid cultural de 1992. La asociación se queja de que para esta celebración sólo se haya contado con "grandes eventos de elite, multitudinarios, a cargo de artistas consagrados".
El pistoletazo de salida de esta agrupación tendrá lugar el próximo día 26 de abril en el Palacio de Deportes con un macroconcierto (de 800 a 1.000 pesetas las localidades) en el que actuarán, entre otros, los rockeros Los Elegantes, Coque Ronaldo, Rosendo, Rei Lui y Los Enemigos y Los Secretos; los cantautores Luis Eduardo Aute, Javier Bergia, Luis Pastor; los jazzistas Jorge Pardo y Miguel Angel Chastang; los cantantes de flamenco Pepe Luis Habichuela y Vicente Soto, El Sordera; el humorista Pedro Reyes, y los actores Guillermo Montesinos, Juan Diego y Loles León.Unos 200 trabajadores de la cultura (rnúsicos, cantantes, actores, técnicos) han apoyado la iniciativa que partió de los primeros damnificados "por la política del Ayuntamiento " que prohibió mercados callejeros como el de Santa Ana, se enfrentó a la Coordinadora de Conservatorios y Escuelas Municipales; y prohibió actuaciones en vivo en locales de copas.
La citada asociacion, que, sin ánimo de lucro, se ha constituido para apoyar el desarrollo cultural de Madrid, cuenta con el respaldo de la Universidad Autónoma de Madrid, Amnistía Internacional y sectores de músicos de los sindicatos UGT y CC OO, entre otros.
Para reforzar su organización, los creadores de la idea han abierto una campaña de suscripcIón pública para "que se facilite la independencia económica del proyecto" en la sucursal 1.736 de la Caja de Madrid.
Según explicó ayer uno de los portavoces de Madrid Calle de la Cultura, la normativa que rige estos locales está obsoleta puesto que se hizo en los años treinta y cuarenta, "cuando la idea de pub ni siquiera existía".
Esta asociación reclama una normativa que regule este tipo de actuaciones, que consideran fundamental para que la cultura de la calle no muera.
Como dice la canción que han grabado para apoyar sus reivindicaciones, Toque de queda en Madrid, "Madrid está cerrada por la noche, / hoy la movida es un casete de coche", para acabar en tono apocalíptico advirtiendo: "Si nadie se mueve aquí, esto puede ser el fin".
Aunque para iniciar el movimiento han enviado cartas a los organismos implicados (Ministerio de Cultura, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid), los artistas destacaron ayer su firme intención de alejarse de cualquier manipulación política de sus intenciones, así como su disposición a cualquier control que asegure la transparencia económica de su gestión.
De momento han recogido 10.000 firmas para que se vuelvan a permitir las actuaciones en vivo en pequeños locales. Por algo en el emblema de la asociación realizado por Gallego y Rey un personaje de Astérix pide con el arpa en la mano: "Dejadrios cantar".
"¿Por qué ofrece más seguridad un local con cinco chicas en top-less que otro con músicos?", se preguntaban ayer los promotores del proyecto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.