Los 'extraditables' amenazan con asesinar al senador Estrada

Los extraditables amenazaron con ejecutar al senador liberal Federico Estrada, secuestrado el pasado martes, si la División de Investigaciones Judiciales de la Policía (Dijin) no devuelve con vida a sus compañeros Omar y Guillermo Perca.Según un comunicado dado a conocer ayer al mediodía, estas dos personas fueron detenidas el pasado 30 de marzo en Envigado, población cercana a Medellín, por miembros de la Dijín y se encuentran con vida "en los centros de tortura oficiales". Los narcotraficantes acusan al senador liberal de ser un "acérrimo enemigo del diálogo y de la paz" y terminan su mensaje declarándose como grupo rebelde que trabaja por el pueblo.

"Nos declaramos como grupo militar y político que luchará contra la extradición, la tortura y el sicariato oficial, contra la manipulación de jueces por parte del Gobierno, contra la desinformación y la intromisión extranjera en el manejo de la nación y a favor del pueblo y por la defensa de la clase desprotegida", dice el comunicado.

El fin de semana pasado, los extraditables habían anunciado el reinicio de la guerra porque, según ellos, el Gobierno los engañó. En medio de un gran escándalo, el Gobierno ha negado que hayan tenido lugar contactos y diálogo con los narcotraficantes, mientras éstos últimos aseguran que en enero pasado, con la liberación del hijo del secretario de la Presidencia, se sentaron las bases de un acuerdo.

En el comunicado de ayer, los jefes de la droga reclaman de nuevo a sus companeros José Retavista y Fredy López y aseguran que, como no fueron dejados en libertad, "procederemos a colocar una bomba en uno de los principales barrios residenciales de la oligarquía bogotana".

En el comunicado del Fin de semana, en el que anunciaban también que colocarán 5.000 kilos de dinamita por cada colombiano extraditado a Estados Unidos, ya se había hecho referencia a estas dos personas, que, según los extraditables, están en poder de la policía de Medellín. En lo que se considera ya el reinicio de la guerra, en Medellín, en menos de 36 horas, 13 policías fueron asesinados.