_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El silencio alimenta el miedo

EL 23 de julio de 1976, Eduardo Moreno Bergareche, Pertur, dirigente de ETA, desapareció en algún lugar del País Vasco francés, sin que haya vuelto a saberse de él. Un denominado comando Antonio Guezala, de la Triple A -siglas utilizadas para reivindicar acciones de grupos paramilitares de extrema derecha-, se responsabilizó de su "secuestro y ejecución". Once meses después, Asun Bergareche, tía de Pertur y persona muy conocida por su milltancia nacionalista y anti-franquista, dirigió a la cúpula de ETA Militar una carta -que tiempo después haría pública esa organización- en la que advertía estar "dispuesta a sacar públicamente la denuncia de la desaparición de mi sobrino y los motivos que llevaron a cometer ese crimen". En enero de 1978, familiares de Pertur ofrecieron una conferencia de prensa en la que desvelaron las gestio nes realizadas para intentar esclarecer los hechos, y en la que afirmaron: "Los presuntos sospechosos de la desaparición de Pertur son ciertos elementos de la organización a la que pertenecía", precisando que se trataba de elementos del sector berezi, rival del que encabezaba Eduardo Moreno Berga.reche, y que para entonces ya se habían integrado en ETA Militar. Los familiares afirmaron también que sus sospechas se apoyaban en el hecho de que Pertur ya había sido se cuestrado anteriormente por miembros de ese sector cuando aún pertenecían a ETApin y en el contenido de una carta escrita 12 días antes de la definitiva desaparición y en la que Pertur advertía del clima "policial" creado por ese sector en el seno de la organización y de la existencia de una "dinámica que tiende a eliminar rivales políticos no por medio del debate, sino a través de sucias maniobras"., La dirección de ETApin confirmó ese primer secuestro, realizado por tres personas, dos de las cuales -Miguel Ángel Apalategui y Francisco Múgicafueron vistas en compañía de Eduardo Moreno, en el interior de un automóvil, el mismo día de la desaparición de este último. Múgica, considerado el principal dirigente actual de ETA, alegaría posteriormente ante los familiares de Pertur y ante el juez francés que dirigió la investigación que su rival político les había pedido que le trasladasen en coche desde San Juan de Luz a Behobia. Durante años, esos datos sirvieron para elaborar diversas hipótesis sobre su desaparición. ETApm consideró, en su último comunicado sobre el asunto, que si bien existían indicios "tanto en una dirección como en otra, no se han podido reunir elementos de juicio ni pruebas para formular una acusación concreta". Pese a ello, las personas más próximas a Pertur han reiterado en diversas ocasiones las sospechas públicamente expresadas en 1978. Ahora esos familiares han comunicado su intención de solicitar la reapertura de la investigación judicial, que en su día fue archivada por falta de pruebas. Entre,los hechos ocurridos con posterioridad al archivo judicial del caso y que podrían aconsejar su reapertura figuran los asesinatos, reivindicados por ETA, de Yoyes y Nikel Soláuri, antiguos miembros de esa organizacion, lo que podría dar verosimilitud a la hipótesis de la eliminación de Pertur a manos de sus compañeros.

De ello informaba EL PAIS el pasado sábado, recordando'los datos públicamente conocidos sobre el asunto. El día siguiente, el diario Egin se hacía eco de tal información bajo el título: "Bandrés y EL PAIS pretenden implicar a ETA en la desaparición de Pertur". En el resumen que se hace del texto de EL PAIS se omite mencionar el primer secuestro de Pertur por parte de Múgica y Apalategui. En un recuadro titulado La eficacia de la mentira se relaciona la información de EL PAÍS con "la plena identificación de algunos periódicos y periodistas con el Plan ZEN" -plan policial de lucha contra Íel terrorismo-, y se acusa al autor del artículo de haberlo construido con "un cúmulo de falsedades, inconcreciones e intoxicaciones". La nota, redactada en tono intimidador, abunda en otras descalificaciones y llama "nueva tesis" a la que fue expuesta por los familiares de Pertur hace 12 años y que ayer mismo corroboraron en un comunicado publicado en Egin, en el que se afirma que "tanto los padres como hermanos compartimos la sospecha de la autoría de la muerte de Eduardo Moreno por parte de alguno(s) de los actuales dirigentes de ETAm".

En Euskadi, el silencio alimenta el miedo. Si alguien intenta romperlo, diciendo en voz alta lo que muchos callan, en seguida surgirá la voz amenazante de quien se sabe a cubierto. La voz de personas cuyo temor a disgustar al que manda es superior a cualquier consideración moral. Son voces de un enorme poder amedrentador porque todos saben que tras ellas hay un caudal inapelable de hechos consumados.

Por ello no sólo confesamos tener miedo a ETA, sino a los amigos de ETA y a los amigos de los amigos de ETA. A esos miserables que pintaron en una pared "Yoyes, traidora" y a quienes jalean cada día a quien ordeno matarla. Pero informaremos como si no tuviéramos miedo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_