El crecimiento económico quedo por debajo del 5% en 1989, según la contabilidad nacional

La economía española creció el año pasado un 4,9%, según los datos de la contabilidad nacional publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ese 4,9% de crecimiento del producto interior bruto (PIB) se desglosa en un aumento del consumo, tanto privado como público, del 5,5%, y un aumento de la inversión del 13,6%. Por sectores, la construcción fue el más activo, al crecer un 13,1 % en términos reales. En el lado opuesto, la producción agrícola y pesquera se redujo durante el pasado año en un 4%, también después de descontar los precios.

El crecimiento de la economía española durante 1989 se diferencia en dos aspectos básicos de la senda de los últimos años de fuerte expansión económica. Por un lado, el crecimiento del PIB es inferior al de los dos últimos ejercicios y, por otro, muestra un repunte de consumo e importaciones a cambio de un menor crecimiento de las exportaciones y la inversión.El consumo experimentó un apreciable repunte durante el pasado año, al superar en un 5,5% al de 1988 tanto en el sector público como en el privado. Esta expansión contrasta con la desaceleración de ambos consumos durante el ejercicio anterior, en el que el consumo privado creció un 4,6% y el público un 4%. Este mayor aumento del consumo se produjo al coste de un menor crecimiento de las exportaciones y un mayor aumento de las importaciones. Durante el último ejercicio, las exportaciones sólo crecieron un 4,4%, frente al 5,7% de 1988 y el casi 6% del ejercicio anterior. El tirón de las importaciones, a cambio, superó en tres puntos al de 1988, para quedar un 17,5% por encima de las de aquel año.

La inversión productiva (medida por la formación bruta de capital fijo), con mantener un fuerte ritmo de expansión, también experimentó una ligera desaceleración durante el último ejercicio. La tasa de crecimiento fue aquí del 13,6%, frente a tasas superiores al 14% los dos años anteriores. La inversión ha respondido así con mayor celeridad a las medidas de enfriamiento de la demanda propugnadas por el Gobierno.

Crecimiento de los precios

El repunte de los precios ha actuado de compañero de viaje del menor crecimiento económico del pasado año. Los precios del total de la economía, medidos por el deflactor del PIB, crecieron un 6,9%, frente a un 5,5% del pasado ejercicio o un 6% de 1987. Este tirón de los precios se concentra más en el consumo que en la inversión, según los datos de la contabilidad nacional.

El fuerte crecimiento de las importaciones tiene en la evolución de los precios una de sus explicaciones. Así, mientras que los precios ligados a las exportaciones crecieron un 4,7%, los de las importaciones sólo lo hicieron un 2,2%.

Por sectores, la construcción ha sido el motor más claro del crecimiento económico del pasado año, aún con mayor velocidad que los dos años anteriores. El crecimiento de la producción en el sector de la construcción fue el año pasado del 13,1%, a pesar del fuerte tirón de los precios en este sector, que superó el 9%. En los dos años anteriores, el aumento de la producción en la construcción fue del 10,5% en 1988 y del 9,2% el año anterior, con crecimiento de precios del 10,2% y el 8,5%, respectivamente.

El buen año para la construcción contrasta con una caída de la producción agrícola y pesquera del 4% en términos reales. La mala cosecha se ha traducido también en una fuerte subida de los precios de estos productos -un 10%- cuando el año pasado sólo aumentaron el 4% y el anterior incluso cayeron en un 3,4%. Esta volatilidad de la producción y los precios agrícolas no es compartido por las dos ramas de actividad más estables tanto en expansión real como en aumento de precios: industria y servicios.

El crecimiento de la producción industrial fue el pasado año del 5,8%, en la misma línea del 5,6% de 1988 y el 5,3% del ejercicio anterior, con aumentos de precios en los tres años en el entorno del 5%. En el sector servicios, mientras, el ritmo de crecimiento fue del 5,5% el año pasado.