Un misionero norteamericano proisraelí, asesinado en su domicilio en Líbano
La aventura libanesa de William B. Robinson, un norteamericano al que se acusaba de querer instalar un asentamiento judío en el territorio libanés controlado por Israel, ha acabado con su muerte. Tres hombres armados le asesinaron el pasado martes en su propio domicilio, tras el fracaso de los habitantes de la región por conseguir su expulsión del país. El Frente de Resistencia Nacional Libanesa ha reivindicado el crimen.
Al conocerse la noticia ayer, un portavoz del Gobierno libanés expresó su deseo de que la muerte de Robinson "sirva de lección a otros aventureros más o menos bienintencionados". Desde hace dos meses, los habitantes de Rachaya al Fujar y otras localidades de la comarca se habían movilizado para pedir la expulsión de Robinson, al que acusaban de haberse apropiado de un pinar en ese municipio para construir alojamientos destinados a "establecer a 200 familias judías". El norteamericano, con residencia en el sur de Líbano desde 1978, dirigía un hogar para niños inadaptados.Las denuncias de la población llevaron a la Liga Árabe a condenar a Robinson argumentando que, a través de él, Israel trataba de instalar en esa zona fronteriza a falashas (judíos etíopes). La presencia de Robinson suscitaba reacciones contrapuestas. Así, según la agencia France Presse, una publicación reciente de la Fuerza de Interposición de la ONU (FINUL) instalada en esa región alababa su trabajo en favor de los minusválidos. De acuerdo con el relato de los servicios de seguridad libaneses, el crimen se produjo hacia las ocho de la tarde. Los asesinos encerraron en un aula a la familia Robinson, junto con 10 jóvenes minusválidos.
Por otra parte, el Ejército israelí llevó a cabo ayer una operación de comandos en la población de Mimes, a varios kilómetros de la franja de seguridad en el interior de Líbano, secuestrando a varias personas, entre ellas a un magistrado. Asimismo, el Parlamento israelí aprobó ayer una moción laborista según la cual "Jerusalén Este y los Altos del Golan no son negociables" en un eventual diálogo israelí-árabe. La moción insiste en que Jerusalén (toda ella) "es la capital de Israel" y el Golán "forma parte del mismo Estado de Israel".
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