David Bowie recupera sus mejores canciones en su gira europea

El próximo mes de septiembre, David Bowie ofrecerá en España su nuevo espectáculo, Sound and vision. Su gira europea, que presentó el pasado lunes en Londres, está basada en un repertorio compuesto por 27 canciones antiguas, ausencia de espectacularidad y dureza interpretativa, y coincide con la publicación en todo el mundo de un disco recopilatorio, titulado Changes Bowie, que contiene las canciones que el músico presenta durante un concierto planteado para recuperar la nostalgia y presentar nuevas versiones de algunas de las canciones más significativas del pop de los setenta.

ENVIADO ESPECIAL, Después de buscar la originalidad durante media vida, David Bowie demostró el pasado lunes en Londres que necesita un respiro. En el concierto de presentación de su gira europea, que visitará España el próximo mes de septiembre en fechas todavía sin confirmar, todo tuvo sabor a nostalgia. El lema de esta gira, Sound and vision tour, toma el nombre de una canción compuesta hace más de 10 años, cuando Bowie se encontraba inmerso en su época berlinesa. El espectáculo está planteado para promocionar su último disco, ChangesBowie, que es una recopilación de los grandes éxitos de su carrera y también copia el nombre de anteriores compilaciones. Y esto solo es la punta del iceberg del recuerdo.La añoranza que presentará por Europa algunas de las canciones claves del pop de la década de los setenta, comenzó a las 20.30 en el London Arena. Cerca de 10.000 personas pagaron 4.250 pesetas para asistir al concierto de David Bowie en un inmenso hangar a orillas del Támesis, con todas las localidades numeradas y de asiento.

Con media hora de retraso sobre el horario previsto, apareció Bowie en un escenario bordeado de bajorrelieves, con un terno impecable y camisa con chorreras.

Al fondo, a ras del suelo, Michael Hodges (batería) y Rick Fox (teclados). A su izquierda, Erdal Kizinkay (bajo) y Adrian Belew (guitarra). A su derecha en el foso, media docena de monitores de televisión y un comple to estudio de realización, confirmando que en su nuevo espectáculo Bowie quiere centrar la espectacularidad en la imagen y en su persona. Dos pantallas circulares fianqueando el escenario y una enorme pantalla frontal, móvil y transparente, sobre la que se proyectaba una película de 35 milímetros, fueron las principales novedades de un espectáculo que recorrió durante dos horas y 27 canciones la vida musical de un Bowie de 43 años de edad.

El concierto comenzó con Space Oditty, una canción de 1969 inspirada en 2001, una odisea del espacio, el filme de Stanley Kubrick. Después llegaron Changes (1971), Rebel (1974), Ashes to ashes (1979), Blue Jean (1984), Let's dance (1983), Ziggy Stardust (1972), Young americans (1975), Fame (1975) y Heroes (1979), entre otras, separadas por un breve intermedio de 15 minutos. El tiempo justo para retocar su leve maquillaje en los pómulos.

El público que llenaba el London Arena, mayorítariamente treintañero, acogió este resumen con más corrección que apasionamiento y muy pronto se dió cuenta que esta gira poco tiene que ver con el Glass spider tour de 1987, cuando David Bowie bajaba en volandas del seno de una gigantesca araña suspendida del techo del escenario.

Concierto sobrio

El primer concierto londinense presentó a un Bowie sobrio, austero y sencillo, con un Adrian Belew como único músico "de alto riesgo", encargado de proporcionar tensión a un recital que alcanzó momentos de gran violencla interpretativa. Los otros músicos acompañantes se limitan a realizar una labor de acompañamiento correcta, eliminando virtuosismos y manteniéndose siempre en un segundo plano. Con la canción Héroes, David Bowie se despidió por primera vez.Después llegaron tres bises para cerrar la presentación de una gira con muchas fechas sin concretar, en la que el cantante ha decidido recuperar tiempos pasados con mayores dosis de dureza y resumir sus influencias artísticas -Lindsay Kemp, Jacques Brel, Kurt Weil, Mare Bolan, Velvet Underground, Iggy Pop, Brian Eno, Robert Fripp, Andy Warhol..-. Fue la enésima demostración de que es el mayor asimilador de tendencias pop en los últimos 20 años.