Misterio en Kosovo
El Gobierno yugoslavo acusa de farsantes a las víctimas de un envenenamiento colectivo
ANDREJ GUSTINCIN (REUTER) ¿Cuál fue la causa de que una riada de albaneses étnicos acudiera al hospital en la provincia yugoslava de Kosovo (en la que son mayoría) quejándose de retortijones en el estómago, problemas respiratorios y náuseas? ¿Se trataba de una enfermedad misteriosa? ¿Eran víctimas de un masivo envenenamiento o lo fingían? El Gobierno yugoslavo les acusó el sábado de farsantes que pretendían desestabilizar aún más la ya de por sí volátil y étnicamente dividida provincia.
Los médicos de Belgrado aseguran que no han encontrado rastro de epidemia o envenenamiento, pero los periodistas que han acudido al principal hospital de Pristina, la capital de Kosovo, contemplaron a varios pacientes gritando y en aparente estado de agonía.El origen de la misteriosa enfermedad que estalló el pasado jueves, agudizó las tensiones, extendió los disturbios étnicos y llevó los carros de combate a las calles sigue sin descubrirse. Según algunas informaciones, aún si la dolencia no estuviera motivada por el veneno o fuera en su origen montaje, la gente podría estar ahora sufriendo síntomas psicosomáticos provocados por el miedo.
Los yugoslavos dicen que el misterio pudo ser una provocación, de serbios o de albaneses, para sacar algún provecho en el conflicto (que se ha cobrado ya más de 60 vidas) suscitado por los deseos de estos últimos de obtener la autonomía de la provincia, dependiente de Serbia.
La histeria masiva se ha apoderado de los hospitales. Serbios y montenegrinos residentes en Kosovo, ambos en minoría respecto a los albaneses, viven en constante temor de ser víctimas de ataques de éstos que, por su parte, temen que se les pueda bombardear con gas tóxico.
"Mire lo que nos hacen"
En Pristina, los asistentes de los médicos albaneses se negaron inicialmente a permitir a un fotógrafo de la agencia. Reuter ver a los pacientes por el simple hecho de que es serbio. Muchos de ellos llevaban máscaras especiales.
"Tápense la nariz", gritaba uno de ellos. "Mire lo que nos están haciendo", señalaba otro mientras un joven lanzaba gritos estremecedores.
Un equipo médico de las autoridades federales yugoslavas no encontró rastros de envenamiento o enfermedad infecciosa en los análisis preliminares. Miembros de grupos internacionales de defensa de los derechos humanos y médicos extranjeros han llegado a Kosovo para resolver el misterio.
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