_
_
_
_

Un 'Hamlet' sin sexo

La actriz Teresa Budzisz-Krzyzanowska interpreta en Madrid el montaje polaco de Andrzej Wajda

La actriz polaca Teresa Budzisz-Krzyzanowska se encuentra en Madrid para presentar el montaje Hamlet IV, de Shakespeare, bajo la dirección de Andrzej Wajda. El espectáculo, que se estrena hoy dentro del Festival Internacional de Teatro, muestra, según la actriz, un Hamlet sin sexo.

Cuando en numerosas ocasiones se le ha preguntado al director polaco Andrzej Wajda por qué utilizaba para protagonizar su cuarta versión de Hamlet, de Shakespeare, a una actriz, siempre ha contestado: "Porque Teresa Budzisz-Krzyzanowska es el mejor actor de Polonia".No es la primera vez que el personaje principal de Hamlet es interpretado por una mujer. A lo largo de este siglo cabría destacar otras grandes actrices que también se enfrentaron con este personaje: Sara Bernhardt, Margarita Xirgu, Nuria Espert, etcétera.

Cuando a Teresa Budzisz-Krzyzanowska se la ve en silencio, esperando en un rincón que sea la hora de enfrentarse a los periodistas, es la antidiva personificada. Pero con la ausencia de Wajda, que no puede acudir a su estreno madrileño debido a sus obligaciones políticas como senador en Polonia por la organización Solidadridad, casi todas las preguntas y casi todas las miradas recayeron sobre la protagonista de este Hamlet. Y es entonces cuando aparece el oficio de Teresa Budz1sz-Krzyzanowska por todos sus poros y todos sus gestos.

Seductora

Seductora, histriónica, acaparadora y actriz hasta para hablar de algo insignificante, este mito de la escena polaca contó que tuvo muchos problemas para enfrentarse a su personaje: "A ello hay que añadir que es la primera vez y quizá la última que se me ofrece la oportunidad de vivir y morir sobre un escenario, desde un punto de vista filosófico", dijo.

Teresa Budzisz-Krzyzanowska comentó que las escenas que hay en la obra en las que luce su arte de actriz están puestas a propósito: "lo que de verdad importa no es eso sino como vivo y pienso yo en la realidad. Cada vez que se levanta el telón tengo que mirarme a mi misma dentro de ese teatro".

Una de las conclusiones a las que ha llegado la actriz es que después de este trabajo nunca más volverá a hacer de hombre en la escena: "Me ha sido muy difícil conseguir que el Hamlet que presentamos no tenga sexo, y escenas como las que el protagonista mantiene con Ofelia o con Horacio me parecían una auténtica trampa en la que me daba mucho miedo caer".

Para Teresa Budzisz-Krzyzanowska, las relaciones que el protagonista establece traspasan el sexo, lo que no excluye, según ella, la posibilidad de expresar amor.

Como es habitual en Wajda, este montaje también se presenta es un espacio opresivo y casi laberíntico. La compañía ha tratado de reproducir en la madrileña sala Olimpia el espacio en el que trabajan habitualmente, aunque en esta ocasión ha cedido para que haya 300 espectadores y no los 100 ante los que habitualmente suelen trabajar.

Junto a la actriz se presentaron varios miembros del Stary Teatr, entre los que destacaba Krzysztof Globisz, joven actor que hace el papel de Horacio y a quien le debe interesar todo tipo de lecturas, ya que se le pudo ver ayer en Madrid con una biografía de Hitler bajo el brazo.

Este Hamlet IV (ese es su título, debido a que Wajda monta esta obra por cuarta vez) llega de la mano de una de las compañías más prestigiadas y antiguas de Polonia: el Stary Teatr de Cracovia.

Varios representantes de la compañía afirmaron que los cambios que ha sufrido este país en los últimos tiempos han hecho posible que puedan trabajar sin censura, pero la grave crisis económica que atraviesa Polonia provoca otros problemas que afectan a la labor creativa.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_