El Kremlin descarta el envío de tropas a Lituania tras la declaración de independencia
El líder soviético, Mijail Gorbachov, dijo estar alarmado por la declaración de la independencia de Lituania, pero el Kremlin descartó el uso de la fuerza contra esa república del Báltico. Mientras tanto, en Vilna, el Parlamento lituano instó a Gorbachov a reconocer a la nueva república y comenzar las negociaciones necesarias para restaurar la independencia que Lituania perdió en 1940.
"La información que nos está llegando desde allí es alarmante dijo Gorbachov refiriéndose a Lituania. "Las decisiones que están tomando afectan a los intereses vitales y al destino tanto de esa república como del pueblo y de todo nuestro Estado", agregó.Ligachov, miembro del Politburó, cabeza de los conservadores descartó la intervención del Ejército contra Lituania. "No utilizaremos la fuerza. Debemos arreglar esto a través de canales políticos. Los tanques no sirven para ello", declaró en los pasillos del Palacio de los Congretos, en el Kremlin. El general héroe de Afganistán Boris Gromov también aseguró que no se enviarían tropas, diciendo: "Somos gente civilizada".
"Le pedimos a usted que considere este llamamiento que le hacemos como nuestra proposición oficial a la URSS para comenzar las negociaciones para arreglar todas las materias relacionadas con la restauración del Estado independiente de Lituania", se dice en el documento aprobado en Vilna, la capital lituana, por el Parlamento local. En el documento también se expresa el deseo de mantener "buenas relaciones políticas y económicas con la Unión Soviética".
Consecuencias
El Congreso de los Diputados Populares de la URS S "organizó una comisión para estudiar las consecuencias" de la declaración de independencia de Lituania, "que pueden ser muy serias", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Guenadi Guerasimov. "Surge una serie de dificilísimos problemas y de exigencias tanto de parte de Lituania como de la URSS", añadió Guerasimov, que destacó el económico.
El Parlamento lituano empezó a discutir ayer el problema del paso a control nacional de las empresas subordinadas a Moscú, pero se abstuvo de tomar una decisión al respecto, a la espera de mayores reacciones por parte de la URSS. Gorbachov había dicho al líder comunista lituano Algirdas Brazauskas que la independencia le costaría cara a Lituania y que todo el comercio debería hacerse en divisas convertibles y no en rublos.
El miembro del Politburó y presidente del Comité de Planificación de la URSS detalló las sumas que en su opinión debería pagar Lituania. Contando las compensaciones por las empresas, la deuda y el déficit comercial se llega a un poco más de 20.000 millones de dólares.
El plazo en que la independencia de Lituania pueda hacerse efectiva no está claro. El presidente del Soviet de la Unión y miembro suplente del Politburó Yevgueni Primakov dijo que una república no podría dejar la URSS "en el curso de un año y que se necesitan por lo menos varios años de trabajos preparatorios". "Se necesita un mecanismo para la secesión. Al realizar el referéndum hay que determinar cómo tomar en cuenta la opinión de la población no autóctona. Y también el aspecto económico, porque en las repúblicas ha construido toda la Unión", subrayó Primakov en una entrevista al semanario Argumenti i Fakti.
No existe por el momento un mecanismo para que una república federada pueda separarse de la URSS, pero en las comisiones del Soviet Supremo se está estudiando la ley correspondiente. El proyecto, más que basarse en el principio de autodeterminación de los pueblos, lo hace en el de consenso con las otras repúblicas. Después de realizarse un referéndum, la república que desea salir de la Unión debe negociar por separado con cada una de las otras repúblicas federadas la compensación a pagar. Según expertos, este proceso podría durar unos cinco años.
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