Industria estimulará la competitividad internacional de las empresas antes de que llegue el mercado único

El Ministerio de Industria y Energía tratará de mejorar la competitividad de la empresa española mediante una serie de programas concretos de desarrollo industrial, intensificando la cooperación para entrar en los mercados internacionales antes de la avalancha del mercado único de 1993. El ministerio persigue además el doble objetivo de mejorar el déficit de producción industrial (situado en 447.000 millones de pesetas en 1989) y aumentar las inversiones en el exterior, que en 1989 se elevaron a 280.000 millones de pesetas. La dimensión de la empresa española es un obstáculo para competir en el mercado único.

Antes de adoptar una política concreta, el departamento encargó una encuesta entre las empresas españolas para conocer la actual estructura industrial. Según los resultados de dicha encuesta, en torno al 92% de las empresas españolas son pequeñas y medianas, lo que supone un primer obstáculo para competir en un mercado único. De las 15.000 mayores empresas comunitarias, solamente el 2,85% son españolas, lo que es un dato mucho más esclarecedor sobre su dimensión comparativa. En la clasificación de las cien primeras empresas, España ocupa el décimo lugar de los 12 países.A partir de estas premisas no es difícil entender que la inversión española en el exterior haya sido de 280.000 millones de pesetas en 1989 y que en esa cifra -principalmente en la Comunidad Europea- se incluya la inversión de entidades financieras. No obstante, el pasado año experimentó un crecimiento del 22%, lo que también refleja el interés por entrar en dichos mercados.

Por otra parte, la balanza de producción industrial arroja un déficit de 447.000 millones de pesetas con unas importaciones de 1,032 billones y unas exportaciones de 585.000 millones. Su mejora redundará en la de la balanza comercial, que se situó el pasado año en 2,8 billones de pesetas. Las importaciones crecieron un 17,4% y las exportaciones el 14,7%. La demanda industrial in tema lo hizo un 5%, mientras el empleo, un 3%. Un dato destacado es el grado de utilización de la capacidad industrial, que fue del 81%.

Este factor diferencial de la empresa española frente a la co munitaria es, según Fernando Panizo, subsecretario del Ministerio de Industria, "un aspecto preocupante por distintas razones: resulta difícil alcanzar el nivel de calidad del proceso, la especialización y el desarrollo de productos y, por tanto, la competitividad en costes; imposibilita acceder a un sistema de compras integrado, que es una fuente fundamental de reducción de costes; impide la comercialización y el grado de internacionalzación y no ayuda a realizar políticas de innovación y desarrollo".

Panizo subraya que esta reducida dimensión incita a tomar iniciativas de cooperación "tanto en las áreas tecnológica, productiva como comercial". Esta cooperación tiene que constituir la base para redimensionar el aparato productivo y, en concreto, para desarrollar la inversión y crear redes de comercialización en el exterior.

Según los planteamientos del Ministerio de Industria, que dirige Claudio Aranzadi, este objetivo, plasmado en el denominado Programa de Cooperación Industrial que tiene previsto poner en marcha este mismo año, dará paso a la intemacionalizacíón.Orden de prioridades

El orden de prioridades, de cualquier forma, de esta política de cooperación pasa primero por la reducción de los costes estructurales y el aprovechamiento de una mayor dimensión. Asimismo, hace imprescindible la formación y adaptación de técnicos y profesionales (ver EL PAÍS de 26 de febrero) y el desarrollo de iniciativas empresariales.En este sentido, las iniciativa empresariales deben ir encaminadas a la realización de proyectos conjuntos para encauzar inversiones, creación de centrales de compras y coordinación de producciones. De esta forma, "el empresario español podrá hacer frente a los problemas que pro vienen de su propia estructura, individual y familiar, la falta de cualificación y la dificultad que tiene para llegar a las fuentes de financiación, amén de sus costes", asegura Panizo, quien hace hincapié en "que es el empresario el que debe tomar las iniciativas y la Administración la que presta el apoyo". El subsecretario destaca la necesidad de abordar inversiones para adecuar la producción a la normativa medio ambiental.