Carlos Saura: "Carmen Maura no sólo es genial, sino una trabajadora infatigable, de la vieja escuela"
'¡Ay, Carmela!', basada en la obra teatral de igual título, cuenta el drama de una pareja en la guerra civil
Carlos Saura piensa que ¡Ay, Carmela! es una película que había que hacer "por una cierta obligación moral de no olvidar. Existe muy poco material fílmico, e incluso literario, sobre la guerra civil, mientras nos extasiamos ante las películas sobre la guerra de Vietnam". Se muestra también exultante con los dos actores principales, Carmen Maura y Andrés Pajares, a los que califica de "sencillamente geniales". El filme está basado en la obra teatral de igual título, de José Sanchís Sinisterra, adaptada por Rafael Azcona y el propio Saura.
Pregunta. ¿Por qué decidió unir en un reparto a Carmen Maura y un rostro tan popular, pero de otros ámbitos artísticos, como el de Andrés Pajares?Respuesta. Siempre he pensado que en España los más grandes actores provienen del humorismo o de trabajos artísticos que en ocasiones se menosprecian: variedades, pequeños teatros, clubes. Sin embargo, ahí se están formando actores maravillosos, que se enfrentan cada día a un público distinto, tienen que inventar, improvisar, crear en definitiva. Andrés podría ser el arquetipo, el modelo, de ese actor. Tiene un bagaje profesional impresionante. Además, para mi suerte, es sensible e inteligente.
P. ¿Qué ha significado el reencuentro después de 17 años (La prima Angélica) con Rafael Azcona, para realizar el guión?
R. Cuando vi y leí la obra de teatro y sus posibilidades cinematográficas, ya me pareció imposible realizarla sin la colaboración de Rafael. Le dije al productor que la única persona que podría hacer el guión era Azcona, y que si no, no valía la pena hacerlo. Ha sido un trabajo estupendo, en el que hemos tenido tiempo también para recordar.
P. La película transcurre durante la guerra civil y usted ha manifestado en ocasiones que hablar de ella es una obligación moral. ¿Podría explicarlo?
R. Más que una postura moral, es personal. Pienso que no conviene olvidar las cosas. Es de una gran ligereza pensar que la guerra civil ya no es asunto para la creación cuando existe poca filmografía sobre ella y nos extasiamos con películas americanas sobre la Guerra de Secesión.
P. ¿Qué visión aporta ¡Ay, Carmela! sobre aquella guerra?
R. Es una visión inevitablemente triste. Fue una guerra familiar, fanatizada. Una guerra de 'te mato para que no me mates'. Los personajes son camaleónicos, tratan de sobrevivir como pueden, sin pertenecer a ninguna ideología.
P. ¿Qué papel juega el amor entre Carmela (Carmen Maura) y Paulino (Andrés Pajares)?
R. Desde ese punto de vista, son unos personajes muy tiernos, se quieren mucho. El sueño de Carmela, en la España republicana, es casarse por la Iglesia, legalizar su situación.
P. ¿Cuáles son las mayores diferencias de la película con la obra de teatro?
R. La más importante es que en la obra de teatro Carmela estaba muerta, era, por así decirlo, un personaje fantasmal. Nosotros contamos la historia de una manera lineal, hacemos vivir a Carmela las situaciones que ella rememora en la obra teatral. Esto hizo necesario crear nuevos personajes e inventar muchas cosas.
P. ¿Rompe esta película con las anteriores, de carácter musical?
R. No. Llevo mucho tiempo realizando lo que podría llamarse el musical español, sin copiar a nadie, porque cuando se habla de cine musical, sólo se habla del americano. ¡Ay, Carmela! no es un musical, pero tampoco rompe totalmente con las anteriores, porque está impreganda de cantes y bailes.
P. ¿Cómo ha resultado la experiencia de rodar con Carmen Maura?
R. Cuando las cosas van bien, parece que no haya nada resaltable, y yo he tenido mucha suerte con esta película. Carmen Maura es un monstruo, una superdotada. La admiro no sólo por su talento, sino por la capacidad de trabajo. Aprendió para la película a bailar flamenco, a cantar, y fue a las clases como una principianta. Es una trabajadora de la vieja escuela, que realiza un papel muy delicado.
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