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Reportaje:

La boda que costó un despido

El juez obliga a readmitir a una mujer que perdió su empleo en 1958 por casarse

Un juez valenciano ha sentenciado que Desamparados Mateu, una mujer que perdió su empleo en 1958 por casarse, debe ser readmitida. Mateu, de 54 años, trabajaba en Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) de Sagunto (Valencia). Esta mujer lleva 14 años pleiteando para conseguir esta sentencia. Desamparados pasará a gozar de los mismos derechos que los trabajadores de AFINI afectados por la polémica reconversión industrial.

La Ordenanza Laboral del Metal, vigente en la empresa en el año 1958, obligaba a las mujeres que contraían matrimonio a pasar a la situación de "excedentes forzosos". Sólo podían volver a la empresa en el caso que muriera el marido o quedara inválido. Aun así, habían de esperar a que existiera una plaza vacante dentro de su categoría profesional. Por ello, nadie intentaba luchar por recuperar un puesto de trabajo que se consideraba perdido de antemano.Una mujer de Sagunto, Desamparados Mateu, cuyo marido quedó inválido, aprovechó los cambios legislativos aprobados en los primeros años de la transición democrática para reclamar su vuelta al trabajo. Su solicitud le fue denegada sistemáticamente al alegar la empresa la inexistencia de vacantes de su categoría profesional.

Tras la presentación de una demanda, redactada por la abogada Aurora Vidal, el titular del Juzgado número 11 de lo Social de Valencia, Antonio Cots, ha condenado a AHM y a la empresa sucesora, Siderúrgica del Mediterráneo (Sicimed), a incluir a Mateu en el expediente de regulación de empleo 701 de 1984. Este: expediente fue consecuencia de la reconversión industrial que: tantos conflictos causó en la localidad de Sagunto Y que provocó la desaparición de AHM y el nacimiento de Sidrned.

Sentencia recurrida

Esta mujer disfrutará ahora de los derechos que los trabajadores de AHM consiguieron tras la dura batalla sindical de comienzos de la década de los ochenta.Siderúrgica del Mediterráneo ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Durante la vista oral de esta causa, el abogado de la empresa llegó a decir que la estimación de la demanda podía suponer una discriminación para los hombres que se encontraban en situación de "excedentes voluntarios". Estos excedentes no han entrado en el expediente de regulación de empleo de la reconversión.

Según, el texto de la sentencia, no era probable que la empresa tuviera vacantes en la categoría profesional de Desamparados Mateu, a causa de las continuas reducciones de la plantilla por la reconversión industrial. El juez ha decidido por esta causa admitir la inclusión de la demandante en el expediente de regulación de empleo.

La ordenanza del metal establecía que las mujeres casadas podían volver a su puesto de trabajo en el caso de muerte o incapacidad de sus esposos. El marido de Mateu fue declarado incapacitado permanente para su oficio años más tarde, pero tampoco así se la readmitió.

Esta trabajadora aceptó la pérdida de su puesto de trabajo con resignación. Desamparados Mateu dijo a este periódico: "En aquel momento no te planteabas nada. Obedecías sin más. Pero está claro que era una ordenanza discriminatoria con las mujeres. Lo lógico es que nos volvieran a readmitir después de aprobarse la Constitución. De hecho, muchas compañeras en la misma situación, que trabajaban en Telefónica o en Renfe, se reintegraron".

Un antiguo presidente de AHM comentó a Desamparados que su caso era "como si fuera la única heredera de un tío millonario, y que muriera antes de cobrar la herencia". Todos los directivos de la empresa con lo que habló esta mujer a lo largo de su peregrinar burocrático le aseguraron que tenía razón en su planteamiento, pero nada hicicieron para solucionar el caso.

Tampoco el comité de empresa la ayudó mucho, quizá por lo graves problemas que tenían que abordar durante el conflictivo proceso de la reconversión industrial que afectó tan especialmente a la empresa siderúrgica.

Declive económico

La situación económica de la familia de Mateu cambió radicalmente cuando su esposo quedó incapacitado a causa de un accidente laboral. Sólo de la pensión no podía vivir la familia, de forma que los tres hijos del matrimonio, dos mujeres y un hombre, tuvieron que dejar los estudios para buscar trabajo.Ahora, más de 30 años después de producirse el matrimonio, un juez ha vuelto a poner las cosas en su sitio. Siempre que el recurso ante el Tribunal Superior valenciano fracase. Otras demandas y recursos presentados se perdieron en el mar de las tramitaciones judiciales.

El juez de lo Social número 11 de Valencia, Antonio Cots, ha dado la razón a Desamparados Mateu al entender que "es de equidad evitar que de la rígida aplicación de la norma general al caso singular resulte una injusticia manifiesta". Para el magistrado, la sentencia se deriva de una "indeclinable exigencia de la justicia".

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