Las prostitutas de la zona centro formarán una asociación legal, primera en su género de España

El próximo lunes será presentada en la Delegación del Gobierno en Madrid la solicitud de inscripción del Colectivo de Mujeres Prostitutas de la Zona Centro, la primera asociación de este tipo que se crea en España. El nacimiento de este colectivo se produce a raíz de unas conversaciones que sus impulsoras mantienen desde hace un mes con el jefe de la comisaría de Centro, Juan Luis Méndez Moreno, y con el encargado de las relaciones con los grupos y entidades vecinales, el inspector jefe Ricardo Pardeiro.Las mujeres se entrevistaron en primer lugar con el comisario de Centro para exponerle sus problemas y quejarse de la actuación tradicionalmente represiva que la policía ha mantenido hacia las prostitutas.

El coordinador de los denominados "contactos ciudadanos" -una nueva figura surgida en la policía para hacer realidad el acercamiento entre ésta y los vecinos- se encargo posteriormente de recoger las inquietudes de dichas mujeres, y así apareció la idea de formar el citado colectivo. "Esto es una auténtica novedad", manifestó Pardeiro.El contenido del debate y del intercarribio de ideas entre las prostitutas y los policías ha quedado reflejado en unas actas firmadas por ambas partes. Hasta que la asociación esté legalizada, cuatro mujeres han constituído la comisión gestora encargada de llevar adelante el proyecto, al que ya se han sumado otras 80 compañeras que ejercen el viejo oficio en puticlubs y en las calles del distrito de Centro.

"La policía está potenciando su acercamiento a la población y en la zona Centro hay una parte de la población que son las prostitutas. Nosotros no podíamos ahora volver a desoír y a dejar de canalizar las peticiones de un colectivo que habitualmente ha sido marginado", dijo Pardeiro, un veterano profesional del Cuerpo Nacional de Policía.

Entre las reivindicaciones prioritarias de estas mujeres se encuentra la creación de una cartilla sanitaria que garantice su buena salud, alejando así del cliente el temor al SIDA. También sollicitan que cada una de ellas esté controlada siempre por un mismo médico, que el Estado o el Gobierno regional habilite unos locales donde ellas puedan ejercer su oficio con las suficientes garantías, que sus hijos sean atendidos en el caso de que ellas enfermen o mueran y, como met final, que la prostitución sea ple namente legalizada.

Esquivar a los chulos

Cuando comenzaron las conver saciones entre las prostitutas y los agentes de la comisaría del distrito, parece que los proxenetas trataron de hacerlas desistir diciéndoles que posiblemente se trataba de una oscura trampa urdida por los policías. Las impulsoras del nuevo colectivo tuvieron que esquivar a los chulos y vencer los recelos de sus propias compañeras de profesión.Estas mujeres no rechazan de plano los proyectos sociales de reinserción de las prostitutas, puestos en marcha por las autoridades políticas y por diversos organismos religiosos o benéficos. Sin embargo, los planteamientos iniciales del colectivo de la zona Centro parten de la aceptación de la realidad de que esta profesión existe y seguirá existiendo y dicho grupo pretende mejorar sus condiciones de vida.

El colectivo de prostitutas demanda un mejor trato por parte de las autoridades policiales y judiciales. "Lo que no se puede consentir, por ejemplo, es que no se nos atienda como a cualquier mujer cuando una de nosotras es violada. Parece que la policía considera que una puta no puede ser violada y que cualquier hombre tiene derecho a abusar de ella", dicen.

La incipiente organización desea también que la policía no se limite a realizar una labor represiva. Según las ideas expuestas por la junta gestora en la comisaría de Centro, ellas verían mejor que unas patrullas a pie vigilasen por la zona e impidieran que los traficantes se dediquen a iniciar en el consumo de drogas a las chicas que hacen la calle. La heroína es, afirman, el verdadero problema, lo que genera el 90% de la inseguridad ciudadana que se registra allí.

Los problemas de las prostitutas han sido hasta ahora tímidamente abordados por las autoridades. La Comunidad de Madrid está tratando de poner en marcha también en el distrito Centro lo que se ha dado en denominar un área de descanso, pero el proyecto tropieza con los recelos de las interesadas y con la fuerte oposición de los vecinos decentes.