La ONU estudia un plan internacional contra el tráfico y abuso de las drogas
La Asamblea General de la ONU inició ayer en Nueva York una sesión especial para discutir y tratar de alcanzar por primera vez en su historia un plan de actuación mundial para frenar el abuso y el tráfico ilegal de estupefacientes. La Asamblea pretende encontrar soluciones que permitan a la ONU participar en la lucha contra la droga a través de programas de desarrollo económico y asistencia técnica.
Los primeros oradores, y entre ellos los representantes de Colombia, la CE, México, Tailandia y la RFA, coincidieron con el secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, en señalar que la única forma en que la ONU puede intervenir en esta lucha es "con acciones y con unidad". La Asamblea, que se ha reunido a petición del presidente de Colombia, Virgilio Barco, comenzó sus sesiones seis días después de que ese país, Estados Unidos, Perú y Bolivia firmaran un acuerdo de cooperación mutua regional para detener el consumo y el tráfico de cocaína en América.El secretario de Estado norteamericano, James Baker, explicó a la Asamblea que "las drogas son, las enemigas mortales de la democracia y la libertad en el mundo" y que "la ONU juega un papel crucial" en la lucha contra el narcotráfico. Baker comentó que "juntos podemos trabajar mucho mejor que aisladamente" y que "ningún país está a salvo de las drogas".
En el orden del día de la Asamblea se incluyen además la consideración de la cooperación internacional y la asignación de "recursos suficientes, dentro del sistema de las Naciones Unidas", para asegurar que se concede "la debida prioridad" a las cuestiones relacionadas con el narcotráfico, un negocio que mueve 500.000 millones de dólares al año y afecta negativamente a millones de personas.
La ONU revisará los acuerdos internacionales relativos al abuso y tráfico ilegal de estupefacientes para determinar si es necesario revisarlos o sustituirlos por nuevos tratados. Se estudiará asimismo la posibilidad de proclamar un decenio de las Naciones Unidas contra el uso indebido de drogas; la creación de mecanismos que impidan el blanqueo de dinero; estudiar la viabilidad de establecer un grupo de reserva de agentes con experiencia en el campo de estupefacientes cuyos servicios puedan ser solicitados por los Estados, algo así como unos cascos azules de la droga. El debate se abrió ayer con el discurso del ministro de Asuntos Exteriores colombiano, Julio Londoño Paredes. El ministro recordó que ningún país, "por poderoso que éste sea, está exento del problema del narcotráfico" y por esa razón reclamó: "La cooperación franca y constructiva de todos los países con los Estados afectados por la producción y procesamiento [de drogas]".El representante colombiano alabó los acuerdos alcanzados durante la cumbre de Cartagena de Indias, de la pasada semana, y pidió a Estados Unidos que cumpliera sus compromisos económicos "dentro de un plazo razonable".
Londoño pidió a los Gobiernos que producen armas y explosivos que ejerzan controles efectivos de comercialización "para evitar que éstos [productos] lleguen a manos de organizaciones criminales".
Hoy intervendrá el ministro español de Sanidad y Consumo, Julián García Vargas.
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