Absuelta la criminóloga de la cárcel Modelo que intentó cobrar a los presos a cambio de beneficios penales

La Audiencia de Barcelona ha absuelto a Pilar Pato Ramillete, ex criminóloga y ex responsable del equipo de tratamiento de la cárcel Modelo, del delito e cohecho en grado de proposición. Pese a que la sentencia es absolutoria, el tribunal considera probado que la criminóloga hizo una proposición para obtener dinero de familiares de reclusos a cambio de comprometerse a mejorarles la clasificación del grado penitenciario. En cambio, el juez ha condenado al ex director de los servicios médicos de la prisión de Barcelona, Andrés Ginel Mendoza, a cinco meses de arresto por un delito de estafa, al cobrar 400.000 pesetas a familiares de internos.La sentencia, dictada por la Sección Sexta de lo Penal de la Audiencia de Barcelona, considera probado que en febrero de 1983 Pilar Pato y su marido propusieron al matrimonio que regentaba el bar Modelo, situado frente a la cárcel, contactar con familiares de presos para obtener un beneficio económico. El plan consistía en cobrar dinero a familiares de reclusos con la promesa de lograr el tercer grado de clasificación penitenciaria, que puede comportar el régimen abierto del interno.

Pese a que toda esta argumentación aparece recogida en la sentencia como un "hecho probado", el tribunal entiende que no se puede condenar por un delito de proposición para delinquir. La sentencia explica que los hechos pueden ser considerados "abstractamente" como un delito, pero añade que, legalmente, la acusación de proposición para delinquir se tiene que referir a un "hecho concreto e individualizado". Añade que la propuesta de la criminóloga "era en realidad un acto preparatorio anterior a la proposición legal, tendente a lograr un acuerdo de voluntades para la realización de futuros hechos delictivos, aún no concretados ni individualizados".

La sentencia considera que el ex responsable médico de la prisión, Andrés Ginel, si cometió un delito de estafa continuada, al proponer, en dos ocasiones, conseguir recalificación de grado a las familias de dos de los internos. Uno de los casos fue en junio de 1986, cuando Ginel ofreció a María Nieves Nin, esposa de un recluso, la progresión de grado de su marido, a cambio de 300.000 pesetas, lo que la mujer cumplió con dos talones. En el mismo año, Ginel hizo la misma propuesta a Concepción Tabernero, madre de un interno, que entregó 100.000 pesetas al entonces médico de la prisión Modelo. En ninguno de los casos los internos obtuvieron el beneficio prometido por el facultativo,