Sam Nujoma, líder del SWAPO, elegido del primer presidente de Namibia
Sam Nujoma, líder de la Organización Popular del Suroeste de Africa (SWAPO), fue elegido ayer, por unanimidad de la Asamblea Constituyente, primer presidente de Namibia, territorio que logrará su independencia el 21 de marzo. Nujoma se comprometió a velar, defender y hacer cumplir la letra y el espíritu de la Constitución democrática y liberal de la República en su discurso de aceptación del cargo, al que llega a los 60 años de edad, tras haber dirigido durante 23 la guerra contra Suráfrica.
"Haré todo lo que esté en mi mano para proteger la Constitución de la República de Namibia", manifestó el ex dirigente guerrillero ante una Cámara que aplaudió de pie su elección por unanimidad. "Haré todo lo que pueda para consultar siempre a mis compañeros en el Gabinete y en el Parlamento y a los líderes de otros partidos en cuestiones de importancia nacional".El presidente electo se comprometió a respetar la letra y el espíritu de la Constitución y desarrollar una política de reconciliación nacional, unidad, paz y estabilidad, compromiso que fue aceptado por los portavoces de los seis partidos de la oposición, que le aseguraron que harán crítica constructiva.
Nujoma jurará su cargo ante el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, el 21 de marzo, con lo que se convertirá en el primer presidente de los 1,3 millones de namibios que viven en el último país en lograr la independencia en Africa. La ONU supervisó en noviembre las elecciones en Namibia que dieron la victoria a la SWAPO, aunque no el control del Parlamento necesario para imponer su propio modelo constitucional.
En menos de tres meses, la Cámara elaboró una Constitución que es de las más liberales de África y en la que se consagra un régimen multipartidista con un poder judicial independiente, una Carta de Derechos Humanos y la figura de un presidente ejecutivo que puede servir un máximo de dos quinquenios. La SWAPO, que ha abandonado gran parte de su dogmatismo marxista y aceptado la economía mixta, fue forzada por la presión del resto de los partidos parlamentarios a renunciar a su propósito de que la Constitución permitiera la detención indefinida sin juicio. La Carta Magna de Namibia también ha abolido la pena de muerte.
"Espero que el mundo, y en especial Suráfrica, vean lo que está pasando aquí, que quizá sea un ejemplo para ayudar allí", dijo ayer Moses Katjiuongua, presidente del centrista Frente Patriótico Nacional.
En Suráfrica se sigue con extrema atención el desarrollo del traspaso del poder a la mayoría negra, que fue acordado en 1988, bajo las auspicios de las grandes potencias, junto con Angola y Cuba, a cambio de la retirada de los 50.000 soldados cubanos enviados por Fidel Castro a la antigua colonia portuguesa para defenderla de los ataques de las tropas surafricanas que perseguían a los guerrilleros de la SWAPO y del hostigamiento de Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).
Jesse Jackson, el antiguo aspirante a la presidencia norteamericana, asistió como invitado de honor a la elección de Nujorna y declaró que era una vergüenza que EE UU sólo diese 12 millones de dólares anuales para ayuda al desarrollo de Namibia cuando gasta 50 millones en apoyar a la guerrilla de UNITA que lucha contra el régimen de Angola.
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