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El 'caso Recruit' y las elecciones

Los políticos implicados serán 'absueltos' en los comicios japoneses del domingo, según los sondeos

Muchos de los japoneses que acudan el domingo a las urnas podrán ser jueces, con el voto, de dos procesados y de una veintena de implicados en el caso Recruit que aspiran a conservar su escaño parlamentario. El pronóstico general es que los electores redimirán a todos o a casi todos los personajes que de algún modo se vieron envueltos en el famoso escándalo de compraventa de acciones que estalló hace año y medio.

Los miembros de la anterior dirección del gobernante Partido Liberal, que se vieron obligados a dimitir a raíz del escándalo, no tendrán mayores problemas para ser reelegidos. Algunos de ellos, como es el caso del ex primer ministro Noboru Takeshita o del ex secretario general del partido Shintaro Abe, lo conseguirán sin apenas haber hecho campaña. Esta circunstancia es relativamente normal en un país donde los políticos llegan a constituir, a base de dinero, estructuras de apoyo tan sólidas en su distrito electoral que los convierten en daimios modernos, señores feudales del siglo XX.Ésa es una razón por la cual es común que los cargos públicos se hereden de padres a hijos, o a otros parientes cercanos. Más de un tercio de los candidatos que se presentan por el Partido Liberal a las elecciones del día 18 son familiares de parlamentarios retirados o que están todavía en activo. Así, por ejemplo, los primogénitos de los antiguos jefes de Gobierno Takeo Fukuda y Zenko Suzuki tratan de que se mantenga la historia familiar en la Dieta (Parlamento), aspirando al escaño que han decidido dejar sus padres. La mítica figura del ex primer ministro Kakuei Tanaka desaparece también de la escena política, pero su yerno intentará la reelección. Tanaka fue condenado a cuatro años de prisión en 1986 por su responsabilidad en el soborno de la firma aeronáutica norteamericana Lockheed, pero meses más tarde logró con gran holgura conservar su puesto de diputado en los comicios celebrados aquel año. Según las encuestas, el partido en el poder no va a ser castigado en esta ocasión tan severamente como en las elecciones parciales para la Cámara alta de 1989, en las que los liberales perdieron, por primera vez en su historia, la mayoría.

La protesta que despertó el caso Recruit se ha calmado, pese a que el escándalo sigue de actualidad al estarse celebrando en estos días la vista del juicio contra los 12 acusados, de los cuales sólo dos son políticos: el ex jefe del Gabinete Takao Fujinami y el ex viceministro de Educación Kunio Takaishi. Ambos han decidido presentarse a los comicios y los dos repiten una y otra vez que son inocentes. La Prensa local dijo el año pasado que Fujinami se construyó una casa de más de 140 millones de yenes con las ganancias que habría obtenido de la venta de acciones de una filial de la firma Recruit que compró a bajo precio cuando aún no habían sido puestas en bolsa. Las encuestas señalan que Fujinami logrará uno de los cuatro escaños de su distrito en la prefectura de Mie, a los que aspiran otros seis candidatos. Mucho más problemático lo tiene, sin embargo, Takaishi, que lucha en Fukuoka entre otros 10 para obtener uno de los cinco escaños de su circunscripción.

Pero el caso más patético es el del ex primer ministro Yasuhiro Nakasone, de 71 años, sobre quien la falta de pruebas judiciales no ha hecho despejar la sospecha de que haya sido uno de los principales responsables del escándalo de Recruit.

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