Hacienda perdió casi 200.000 millones de pesetas en la última campaña de renta

Los cerca de nueve millones de contribuyentes que declararon el impuesto sobre la renta el pasado mes de noviembre ingresaron una cuota diferencial de 75.939 millones de pesetas. Esta cifra supone 192.454 millones de pesetas menos que la recaudada el año anterior, aproximadamente la misma cantidad que se estimó como efecto de la implantación del nuevo IRPF en la cuota líquida. A dos de cada tres contribuyentes les salió negativa la declaración, por lo que, durante estos días, y hasta el próximo mes de abril, recibirán de Hacienda una cuantía total de 323.000 millones de pesetas, 55.000 pesetas como media.

El número de declaraciones de renta presentadas el pasado año fue de 8,86 millones, un 10% más que el año anterior. La previsión inicial del Ministerio de Hacienda, cuando se aprobó la ley del IRPF que permitió a los matrimonios con dos rentas declarar por separado, era que se podrían presentar 9,3 millones de declaraciones. Hacienda se pasó en su estimación ya que, como señaló ayer el secretario general de Hacienda, Jaime Gaiteiro, "ha habido una mayor preferencia por la declaración conjunta".El desequilibrio entre las retenciones a cuenta y las cantidades a liquidar ha empeorado el pasado año. En noviembre de 1989 se han presentado 2,5 millones de declaraciones positivas y 6,1 millones con derecho a devolución, frente a 3,5 y 4,3 millones del año anterior.

A Hacienda también se le fue la mano en unos 100.000 millones de pesetas en cuanto a las cantidades ingresadas por declaraciones positivas. Esta desviación obedece "al afloramiento de patrimonios ocultos", según Gaiteiro. En noviembre del pasado año se ingresaron 415.735 millones de pesetas por declaraciones positivas, con un descenso del 8,50% respecto al año anterior".

Las devoluciones solicitadas son también superiores en unos 100.000 millones respecto a lo estimado cuando se elaboró la nueva ley de renta. "Hay que reconocer una infravaloración en el conjunto de las medidas introducidas en el nuevo IRPF y también hay que tener en cuenta las modificaciones profundas en la tarifa que se aplicó el año 1988". El resultado es que las devoluciones solicitadas ascienden a 339.796 millones de pesetas -323.000 millones efectivas-, un 82,71% más que el año anterior.

Al final, las cifras globales arrojan un saldo negativo para Hacienda de 192.454 millones de pesetas, casi la misma cifra que se estimó como pérdida en cuota líquida -antes de descontar las retenciones- derivada de la implantación del nuevo IRPF. La cuota diferencial neta ingresada por Hacienda en noviembre sobre los ingresos obtenidos en 1988 fue de 75.939 millones de pesetas, un 71,71% menos que en 1988.

Medidas disciplinarias

La posibilidad de que este año se arreglen los desajustes que presentó la recaudación del IRPF en noviembre parece alejada, como reconoció Gaiteiro: "Tenemos muy poco margen de maniobra". En efecto, el pasado año no se modificaron las retenciones y el impuesto es el mismo, pues se acordó prorrogar la ley del IRPF un año más. Por lo tanto, lo más probable es que la situación empeore, según señalan los expertos.En cuanto al impuesto sobre el patrimonio, el número de declaraciones ascendió a 750.486, un 17,9% menos que el año anterior. La cuota ingresada se elevó a 49.662 millones de pesetas un 0,9% menos que durante la campaña anterior.

Por otra parte, Jaime Gaiteiro amenazó ayer con la adopción de medidas disciplinarias de continuar la situación generada por el conflicto de los funcionarios del cuerpo de gestión de aduanas. Según Gaiteiro, "se están produciendo retrasos en la inspección de camiones en las fronteras que se subsanan prolongando el horario de tarde".

En la misma situación se encuentran los inspectores y subinspectores de Hacienda, pero el conflicto "no está dando resultados prácticos por el momento", según Gaiteiro.

Jaime Gaiteiro confirmó, por otra parte, que el plan de inspección sobre personas flisicas se va a centrar este año en los titulares de primas únicas, cesiones de créditos y, en menor medida, letras del Tesoro. En algunas zonas, como Cataluña, la totalidad de los efectivos de la inspección se va a volcar en detectar el dinero negro refugiado en estos activos.