La CE se pronuncia a favor de liberalizar las importaciones de automóviles japoneses

El Consejo de Ministros de Asuntos Generales de la CE se pronunció ayer en Bruselas por una liberalización de las importaciones de automóviles procedentes de Japón. Las restricciones cuantitativas que mantienen cinco países comunitarios, entre ellos España, comenzarán a disminuir en 1991 para desaparecer totalmente en 1993. La apertura comercial será progresiva e irá acompañada de contrapartidas comerciales japonesas en coches o en otros productos.El plan de liberalización del sector automovilístico propuesto por la Comisión Europea divide a los doce. Francia, España e Italia son partidarios de un período transitorio de al menos 10 años, partir de 1993, para "adaptarse la competencia japonesa". Otros países -sobre todo, la RFA y el Reino Unido- son partidarios de plazos más cortos. En todo caso, la Comunidad propone "un período razonable, claramente delimitado y que habrá que negociar con las autoridades japonesas a fin de que éstas aseguren el control y la gestión de sus compromisos de moderación". Los productores de coches pequeños pronostican que la invasión japonesa no hará sino multiplicarse.

En el arreglo del contencioso se tomará en cuenta tanto el equilibrio global de los intercambios, hasta ahora con superávit creciente a favor de Japón, como las plantas niponas en Europa. Japón, según los industriales europeos, se ha preparado para el cierre de fronteras con caballos de Troya para la producción automovilística dentro de Europa. Estas fábricas están actualmente "semidormidas", con una productividad similar a la europea pero muy inferior a la que se obtiene en Japón, aunque cuentan con capacidad de ser activadas a corto plazo.

El programa de la CE Incluye también "medidas de acompañamiento en el cuadro de la política industrial" para apoyar los planes de modernización y automatización que llevan a cabo los principales fabricantes europeos. El programa comunitario tiene seis campos de actuación: mejora de la fiscalidad indirecta, armonizacion de las reglas técnicas, ayudas públicas controladas, apoyo a la investigación, formación profesional y reconversión del sector.

Oficina de Valencia

Por otra parte, el presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma, inauguró ayer en Bruselas la Oficina de la Comunidad Valenciana ante la CE. Con ésta son ya seis las regiones autónomas españolas que cuentan con una representacion oficial en la capital de Europa.

"La nuestra es una oficina que no es política, sino puramente comercial", declaró Lerma, quien se refirió a los vínculos tradicionales del País Valenciano con la CE como principal exportador de cítricos. La presencia en Bruselas responde a una iniciativa de las Cortes valencianas para defender mejor los intereses de Valencia ante la CE.

Entre los objetivos, aparte de un acercamiento a la realidad comunitaria, figuran la captación y difusión de informaciones con interés para Valencia, el seguimiento de planes comunitarios y la participación en programas de ayuda. El Gobierno valenciano cuenta también con que la antena ante la CE sirva de foco de atracción de inversiones extranjeras.

La representación valenciana es una asociación en la que participan, además de la Generalitat valenciana, el Consejo Regional de Cámaras de Comercio, la Federación de Cajas de Ahorro y el Comité de Gestión de Cítricos.