Debate en Bilbao sobre los centros culturales y el urbanismo
Los expertos reunidos en Bilbao en el simposio Los centros culturales en la dinamización de la ciudad se mostraron ayer partidarios de mantener en los centros un equilibrio entre el carácter de museos pasivos y la potenciación de la participación y el contacto con la creación artística que se genera en su entorno. "No hay oposición sino complementariedad entre la experimentación artística y el papel difusor de la cultura de los grandes centros culturales", defendió el director artístico del Instituto de Investigación y Coordinación Acústica y Música (IRCAM) del Centro Pompidou de París, Laurent Bayle.Junto a una política de muestra de culturas y artísticas diferentes Bayle defendió la puesta en marcha de una política de producción que "se convierta en escaparate de los elementos culturales generados en la comunidad donde se localiza el centro".
El director artístico del IRCAM recordó que los centros culturales se han constituido con el intento de recoger la creación cultural de la sociedad y la función de transmitirlo al público. "Muchos centros fueron concebidos únicamente como garajes, donde se almacenaba la producción artística. Algunos se convirtieron en almacenes de lujo, donde sólo tenían cabida las grandes estrellas", añadió. "Poco a poco se han dado cuenta de que carecían de un interior, un elemento que facilite la participación exterior y justifique su existencia".
El director del Barbican Center de Londres subrayó que en un centro moderno es imposible mantener un carácter artístico pasivo. "Incluso en las manifestacíones que tradicionalmente no fomentaban la participación del público es necesario conseguir que el visitante tome parte en la cultura".
El director del IRCAM indicó que en el diseño de los centros culturales deben primar los aspectos técnicos que faciliten su funcionalidad. "En un proyecto de centro cultural no debe existir una autonomía entre el aspecto estético y el destino del espacio que se va a construir". Bayle consideró que diseñar centros con la voluntad de convertirlos en símbolos culturales perjudica su función.
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