El comandante Masa niega ante una juez la compra de armamento para los GAL
El comandante de la Guardia Civil Rafael Masa González negó ayer ante una juez de Bilbao la compra de armas para la organización terrorista GAL, aunque admitió una antigua relación amistosa con el comerciante andorrano que le acusa de este hecho. Masa prestó declaración como testigo ante la juez Inmaculada Jurado, que instruye el sumario por el asesinato del dirigente de Herri Batasuna (HB) Santiago Brouard. El ministerio fiscal no asistió al interrogatorio, rompiendo su costumbre en todas las diligencias relacionadas con este sumario.
Masa confirmó también su amistad con el fugitivo Luis Morcillo, buscado como presunto coautor del atentado contra el dirigente de HB, pero sin llegar a arrojar ninguna luz sobre los hechos. El oficial aceptó que conoce a los hermanos Rosell, propietarios en el pasado de un bazar de Andorra. Su relación se inició a raíz de desplazamientos profesionales del guardia civil desde Bilbao, donde estaba destinado, hasta el principado. Alli, aseguró, la desaparecida ETA político-militar tenía una base de operaciones.La relación continuó cuando Masa trabajaba ya en Madrid. El oficial buscaba alojamiento a los hermanos Rosell en sus viajes a la capital y en ocasio-, nes les acompañaba a cenar. Sin embargo, Masa niega haber adquirido a los Rossell 10 pistolas de 9 milímetros, como ha declarado Jean Pau Rossell a un juez francés. Algunas de estas armas fueron empleadas luego en atentados de los GAL. El oficial dijo no comprender las razones de que sus amigos le relacionen con esta operación.
Masa explicó también el origen de su amistad con Luis Morcillo Pinillos, buscado por el Juzgado de Bilbao como presunto participante en el asesinato de Brouard. Antes de ser destinado a Bilbao como jefe del servicio de información, había residido en Baza (Granada).
Allí conoció al padre de Morcillo, antiguo guardia civil y alcalde de la localidad. Luego coincidió en Bilbao con Morcillo, que acababa de cumplir condena de prisión por una estafa y trabajó en una cafetería meses antes del atentado contra Brouard.
Nuevos contactos
En los años 1985 y 1986 el guardia civil y Morcillo mantuvieron nuevos contactos. Masa apadrinó a una de las hijas del estafador, aunque ayer negó de forma tajante cualquier participación en los negocios.de aquél. También rechazó haberle visto en Orense, donde ha residido varios meses con identidad falsa con una orden de busca y captura pendiente. "Orense es una de las pocas provincias españolas que no conozco", aseguró Masa a la juez.El comandante llegó minutos antes de las once al juzgado con un solo acompañante, un hombre joven con bigote, que permaneció en el pasillo las tres horas de duración del interrogatorio. No trató de impedir fotografías y al entrar al juzgado se mostró tranquilo. Al salir, en cambio, aparecía alterado, dio algún manotazo al aire frente a las cámaras de los fotógrafos y la televisión abandonó el Palacio de Justicia con paso rápido y sin prestar atención a las preguntas de los informadores.
Masa, de 47 años, perteneciente a la 22 promoción de oficiales de la Guardia Civil, trabaja ahora en el Ministerio del Interior a las órdenes del secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera. Es responsable de racionalización e investigación científica y técnica dentro del gabinete de coordinación y planificación de la Secretaría de Estado.
Al interrogatorio no asistieron ni el ministerio fiscal, representado en este sumario por el fiscal jefe de la Audiencia de Bilbao, Jesús Cardenal, ni el abogado José Emilio Rodríguez Menéndez, defensor del único procesado hasta el momento, Juan José Rodríguez Díaz, el Francés. Rodríguez Menéndez fue quien solicitó la comparecencia de Masa, pero ayer envió a Bilbao a una auxiliar que trasladó al testigo sus preguntas. El abogado de la acusación particular, Txema Montero, planteó también una treintena de preguntas al testigo.
