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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Violadores ignorantes

En relación con la noticia de la absolución de los cinco violadores de una débil mental. por la Audiencla Provincial de Salamanca (sábado 13 de enero) se nos ocurren algunas cuestiones -al leer los términos de la sentencia- que desearíamos hacer públicas aquí. Dice la sentencia que los violadores "desconocían esa circunstancia" (su debilidad mental). ¿Cómo pudieron probar esto? Aunque lo supieran, no iban a reconocerlo ante el tribunal -por si acaso, ya se habría encargado su abogado de aleccionarlos al respecto. También dice que "externamente no lo aparenta". ¿Es que es necesario observar rasgos de mongolismo o algún otro parecido para percibir que alguien es débil mental? Basta observar sus actitudes, su forma de hablar, etcétera, o que algún compinche que lo sepa les ponga solidariamente sobreaviso.Nos extraña sobremanera que los jueces no se sorprendan, no reparen en lo inusual de que en una discoteca se acerquen cinco hombres juntos a proponerle a una chica "realizar el coito previo pago de 500 pesetas". Otra razón más para pensar que conocían su estado mental. ¿Es que a una mujer de inteligencia normal se lo habrían propuesto? ¿Acaso es costumbre que las mujeres -débiles mentales o no- acepten en las discotecas acostarse con cinco desconocidos, uno detrás del otro, y por esa absurda cantidad además? Suponiendo que ella hubiera aceptado, y en esas condiciones (lo que parece creer la Audiencia, a pesar de no haber aparecido el dinero), ¿no sería prueba suficiente de debilidad mental para sus agresores? Pues, según la Audiencia Provincial, no. ¿Para qué lesionarla o emplear la fuerza para violarla si se puede engañar a una joven de edad mental de siete años? No hay más que pensar en un niño de esa edad.El que tardara dos días en presentar denuncia porque antes trató de encontrar un arreglo no es de extrañar, después de tantas absoluciones a violadores y sin presentar lesiones, tal como después ha resultado. Y es que, aun presentando lesiones y otras muestras de violencia, se ha llegado a absolver a los agresores. Sólo referiremos dos casos concretos, que además han aparecido en estas páginas: el de la barcelonesa robada y violada por cinco hombres en el parque Güell (absueltos además por el Tribunal Supremo) y el de otra chica (débil mental) violada por otros cinco después de haber sido raptada en un coche-

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