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Noriega pide que se le considere prisionero de guerra

La defensa de Manuel Antonio Noriega intentó ayer convertir el proceso del antiguo hombre fuerte panameño en un nuevo juició de Naremberg y solicitó la aplicación del estatuto de prisionero de guerra protegido por -la Convención de Ginebra para su defendido. Al mismo tiempo, la defensa se ratificó en su negativa original a aceptar la jurisdicción de la justicia norteamericana para juzgar a Noriega y solicitó que el líder centroamericano fuera enviado a un país neutral o devuelto a Panamá.

La sorprendente petición, que coloca ante una inesperada disyuntiva al Gobierno de Washington, fue realizada, en forma de una moción sometida al juez federal William Hoeveler, momentos antes de iniciarse la vista de la causa, en la que el tribunal debía pronunciarse sobre la posibilidad de conceder la libertad condicional a Noriega. Hoeveler negó la fianza a Noriega después de escuchar los argumentos del ministerio fiscal, contrarios a su concesión. Pero el juez anunció que pasaba la petición de la defensa al Departamento de Estado y manifestó que se celebraría una nueva vista tan pronto como éste se pronunciara.El abogado de Noriega, Frank Rubino, presentó su petición en un escrito de 26 páginas que fue incorporado al sumario. En el escrito se incluyen copias de unas cartas enviadas el jueves día 25 por Noriega al presidente George Bush y a los secretarios de Estado, James Baker, y de Defensa, Richard Cheney, en las que el líder panameño pide acogerse a las garantías establecidas en la Convención de Ginebra como prisionero de guerra, así como su envío a un país neutral o su devolución a Panamá por considerar que su detención es ilegal.

Detenido tras una invasión

En su alegato ante el juez, Rubino recordó que la detención de Noriega se había producido como consecuencia de una invasión militar en violación de los principios de derecho internacional y reiteró su negativa a aceptar la competencia del tribunal federal del distrito sur de Florida para juzgar a Noriega.

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Con relación al tema de la fianza, la defensa de Noriega se negó a intervenir en la audiencia para así reforzar su estrategia de no aceptar la jurisdicción del tribunal. El líder panameño, que compareció ante el juez vestido con el uniforme de general de cuatro estrellas, mantuvo a lo largo de toda la vista un animado diálogo con sus abogados, en abierto contraste con sus otras dos apariciones anteriores, en las que había dado la impresión de estar totalmente deprimido.

Noriega está acusado, junto a otras cinco personas, de 12 delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes y con el blanqueo de dinero. El ex hombre fuerte fue conducido a presencia del juez Hoeveler desde la celda donde permanece confinado desde su traslado a Estados Unidos el pasado 4 de enero, situada en los sótanos de la Corte Federal, en pleno centro del casco antiguo de Miami.

La celda, conocida popularmente como el submarino, está dedicada a albergar a los presos cuya vida, en opinión de las autoridades federales, puede correr peligro. No se trata de una celda propiamente dicha, sino más bien de un miniapartamento completamente aislado y provisto de cocina, una pequeña zona de estar, servicios y dormitorio.

Todas las pruebas presentadas por el ministerio fiscal en la audiencia de ayer para apoyar su negativa a conceder la fianza a Noriega procedían de incautaciones realizadas por las tropas norteamericanas después de la invasión de Panamá.

A este respecto, se recuerda que el pasado día 23, una de las pruebas de la pretendida relación de Noriega con el narcotráfico, anunciada a bombo y platillo por el jefe del Comando Sur norteamericano a los pocos días de la invasión, se deshizo como azucarillo en el agua al denunciar The Washington Post, y admitir el Ejército, que los 50 kilos de "cocaína" encontrados en el despacho de Noriega eran en realidad "tamales", una comida mexicana consistente en carne picada, pimiento y salsa de tomate envuelta en mazorcas de maíz o cáscara de plátanos.

El juez Hoeveler ha señalado el comienzo del juicio para el próximo 5 de marzo.

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