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LA CONVULSIÓN EN EL ESTE

Los comunistas de Azerbaiyán eligen un nuevo líder

Pilar Bonet

PILAR BONET La tensión alcanzaba ayer su punto álgido en Bakú, la capital de la República Soviética de Azerbaiyán, después de que el Ejército desbloqueara el puerto de la ciudad "con el uso de las armas", según confirmaba ayer el Ministerio del Interior de la URSS, citado por la agencia Tass. Un pleno del Comité Central del Partido Comunista Azerí, que se prolongó desde la noche del pasado miércoles hasta la mañana de ayer, eligió como primer secretario a Aiaz Mutalibov, uno de los pocos funcionarios locales en los que el Kremlin confía para poder salvar aún Azerbaiyán para el Estado soviético.

Mutalibov era presidente del Consejo de Ministros de Azerbaiyán desde 1989 e hizo carrera en el aparato del partido desde 1977. En 1979 fue nombrado ministro de Industria local, cargo que abandonó en 1982 para ser nombrado vicepresidente del Consejo de Ministros de Azerbaiyán y presidente del Gosplan (Organismo de Planificación) de la república. Azerí de nacionalidad, Mutalibov tiene 52 años y se formó en el Instituto de Petróleo y Química de Azerbaiyán.El partido comunista se encuentra en una situación más que precaria después de la quema masiva de carnés por parte de muchos dirigentes locales. Otro de los nombres en los que Moscú confiaba para salvar la situación era el secretario del comité central, Gasan Gasanov, que retiró su candidatura, al igual que Telman Orudzhev, otro de los secretarios del comité central. Gasan Gasanov supo orientarse a tiempo e hizo una severa crítica al partido en un discurso a principios de febrero.

Guenadi Guerasimov, portavoz del Ministerio de Exteriores de la URSS, desmintió la presencia de Egor Ligachov en Bakú. Tass señalaba que en el pleno intervino Evgueni Primakov, miembro candidato del Politburó, y Andrei Girenko secretario del Comité Central del PCUS. Abdul-Rajman Vezirov, el antiguo primer secretario, fue destituido formalmente por el pleno y acusado de "graves errores" y de haber conducido la república a la crisis.

Una habitante de Bakú manifestó ayer telefónicamente a esta corresponsal que la lucha en los cuarteles de Salianki, en el centro de la ciudad, había durando hasta el pasado miércoles Los cuarteles donde se habían atrincherado soldados del Ejército contra las tropas que habían entrado en la ciudad tras declararse el estado de emergencia estaban ayer tranquilos según dijeron las fuentes. Éstas manifestaron que creían que el Ejército había bombardeado el puerto y hundido un barco el día anterior. El Ministerio del Interior de la URSS manifestó que las tropas habían liberado los buques y habían capturado a los extremistas.

Por su parte, Guenadi Guerasimov habló de una operación dirigida contra dos barcos que dirigían el bloqueo. Éstos fueron asaltados por tropas de la Infantería de Marina y los barcos fueron capturados "sin un solo tiro de su parte".

El Kremlin no está "de ningún modo" dispuesto a "abandonar" Azerbaiyán por la importancia política y estratégica de esta república ante Turquía e Irán, manifestaron tajantemente medios próximos a la dirección soviética. Éstos expresaron la esperanza de que el diálogo sea posible, una vez superada la actual fase enfebrecida del conflicto. Para este diálogo, las fuentes confían en los sectores moderados del Frente Popular de Azerbaiyán (FPA). La llama del diálogo se filtraba ayer en los despachos oficiales paralelamente a la información sobre los arrestos de activistas nacionalistas. Guerasimov manifestó que la evacuación de Bakú había sido suspendida a petición del FPA, que había dado garantías "de que no pasará nada con la gente que se iba a evacuar".

Por otra parte, el comandante militar de Bakú, el general VIadimir Dubiniak, hizo público un comunicado en el que se afirmaba que los "organizadores de los grupos nacionalistas y extremistas" detenidos deberán responder frente a la ley.

En Bakú estaban ayer todas las empresas en huelga al tiempo que la radio retransmitía música clásica, interrumpida solamente por las intervenciones del comandante militar de Bakú, según informóel servicio Interfax, dependiente de la radio soviética.

Ashot Manusharian, uno de los líderes de Movimiento Nacionalista Armenio, manifestó que el Ejército no puede asegurar la defensa de los armenios, y que, por tanto, continuarán preparando "unidades de autodefensa".

Acuerdo de alto el fuego

Por su parte, las negociaciones entre el Movimiento Nacional Armenio y el Frente Popular de la República Autónoma de Najicheván, perteneciente a Azerbaiyán, concluyeron ayer un acuerdo de alto el fuego en la franja fronteriza entre Armenia y Najicheván, informó la televisión soviética. Las negocíaciones se celebraron en la localidad armenia de Erajs, con la mediación de las autoridades militares.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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