Madrid y Cataluña se repartirán el 'legado Dalí' con criterios "político-matemáticos"

El legado de Salvador Dalí se repartirá entre museos de Madrid y Cataluña siguiendo lo que fuentes al tanto de las negociaciones llaman "criterios político-matemáticos". Los negociadores han estudiado la oportunidad de repartir el legado en dos grandes bloques: uno para Madrid, que, según las fuentes consultadas, incluirá una "selección cualitativa", y otro para Cataluña (a repartir entre Barcelona y Figueres), que se equilibrará con el bloque estatal en "cantidad y representatividad". Este reparto en dos bloques deja para posterior precisión la adscripción de piezas a Barcelona y Figueres y, eventualmente, Púbol y Portlligat, los otros centros de un futuro itinerario daliniano.

Las negociaciones sobre el futuro del legado Dalí se desarrollaron inicialmente a nivel estrictamente político entre representantes de la Generalitat y de la Administración central. Estos encuentros previos desembocaron el pasado jueves en una reunión, celebrada en Barcelona, en la que participaron además los directores del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACB) y del Centro de Arte Reina Sofía (CARS), Daniel Giralt-Miracle y Tomás Llorens, respectivamente. La incorporación de estos expertos dinamizó el proceso negociador hasta el punto de anunciarse su pronta resolución.Estos contactos se han centrado en el destino de la obra pictórica y artística de Dalí, que el inventario, realizado por el Ministerio de Cultura, cifra en 198 cuadros y 300 objetos.

El curso de las negociaciones indica que el reparto se efectuará finalmente en dos bloques, cuyo contenido se fijará siguiendo los mencionados criterios "políticomatemáticos"; uno con destino al Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, y el otro a repartir entre Figueres (y eventualmente los demás lugares dalinianos) y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. "La única traducción concebible de ese término [criterios político-matemáticos] es que a Madrid irá un grupo de obras poco numeroso pero notable, en tanto que Barcelona y Figueres se quedarán con mayores cantidades de obra, pero con menor representación de las épocas más apreciadas de Dalí", señalan algunos expertos que siguen el proceso.

Los cuadros más valiosos

El grupo más valioso del legado pictórico lo componen 16 cuadros del período 1925-1945, la época de apogeo surrealista del pintor, entre los que hay obras cruciales como Gran arlequín y pequeña botella de ron (1925), Maniquí barcelonés (1926-27), Tres figuras. Academia neocubista (1926), Bodegón al claro de luna (1927), El gran masturbador (1929), El hombre invisible (1930), El enigma sin fin (1938), El enigma de Hitler (1939) y Atómica melancólica (1945). Todas las personas vinculadas al inventario y negociación del reparto apuntan que El gran masturbador, cuadro predilecto de Dalí, es un firme candidato a permanecer en Figueres, ya que el propio pintor decidió su ubicación actual. Maniquí barcelonés sería una pieza predestinada al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.El margen de maniobra para el reparto se amplía muchísimo en los cuadros de las demás épocas de Dalí, en primer lugar porque se trata de obras menos significativas y, además, porque hay muchos más a repartir de cada período. El inventario del legado señala 57 cuadros del período 1945-1957 y 84 obras realizadas en los años 1981, 1982 y 1983, durante el declive personal y creativo del pintor. Los participantes en la negociación consultados explican que en estos capítulos se notará "la compensación, en cantidad y representatividad, de la selección para Madrid".

Uno de los primeros criterios de las negociaciones sobre el legado Dalí fue que se debía debatir sólo el destino de lo que las fuentes consultadas llaman "objetos susceptibles de ser expuestos en un museo".

En las consideraciones para el reparto del legado se han incluido, además del fondo de obra y objetos del pintor, las propiedades dalinianas de Portlligat y Púbol. El destino más probable del castillo de Púbol, según las fuentes donsultadas, "sería el de centro de estudios surrealistas como el que había deseado fundar Dalí". La casa de Portlligat, donde Dalí residió unos meses de cada año entre 1948 y 1982, sería, según las mismas fuentes, "una especie de relicario".