Jan Marteson: "Los derechos humanos no son un arma arrojadiza entre los bloques"

La ONU prestará asistencia legal y técnica a los países del Este europeo para que su tránsito hacia la democracia se produzca ordenadamente, anunció, Jan Martenson, secretario general adjunto de Derechos Humanos del organismo internacional. El diplomático sueco, experto en temas de desarme, piensa que. "La perestroika y la glasnost que intenta imponer Mijail Gorbachov han conseguido que el tema de los derechos humanos deje de ser un arma arrojadiza o un debate ideológico sin sentido entre el Este y el Oeste, como ocurría en el pasado".A veces la ONU ha sido criticada por la opinión pública como un organismo maniatado por las grandes potencias.Martenson, embarcado ahora en los programas de acción de las Naciones Unidas para el respeto de los de rechos del hombre, piensa que se puede hacer una paráfrasis del célebre comentario de Voltaire: "Si Dios [la ONU] no existiera, habría que inventarlo". Y esto es así porque, para el secretario adjunto, en estos momentos la ONU "es indispensable para que cada país exprese sus opiniones y se establezcan las formas de cooperación".

Jan Martenson, que entregó en Madrid a don Juan de Borbón, padre del Rey, el Premio Ciencia y Sociedad de 1989, explica que está en marcha un programa de la ONU para incrementar y saber utilizar legalmente los `derechos del hombre en todo el mundo. "Se trata", dice, "de que todos los países conozcan la legislación sobre derechos humanos".

Congreso en Moscú

La ONU patrocinó en diciembre de 1988 un congreso en Moscú con juristas de todos los países del Este y, un año después, en la misma ciudad, otro con asistencia de magistrados soviéticos, "con el propósito de adecuar la legislación internacional sobre derechos humanos a las leyes específicas de un país, en este caso, la URSS". Reuniones similares se llevan a cabo en algunos países africanos y otras están previstas en diversas naciones de Centro y Suramérica.

Los acontecimientos en la Europa del Este son algo de importancia casi fundamental para la ONU. Martenson afirma que el organismo internacional "desempeñará un papel importante en el desarrollo democrático de estos países, en asistencia legal a los magistrados sobre comportamientos en una sociedad multipartidista, así como en el apoyo técnico que requieran para la celebración de los anunciados comicios libres". El diplomático especifica que "se trata de un apoyo técnico, sin predilección por ninguna opción política concreta".

Frente a los problemas más inmediatos sobre violación de la legislación. internacional, ataques a poblaciones o ejecuciones sumarias -sea en Panamá, Azerbaiyán o Rumanía-, Martenson mantiene una opinión algo más que comedida.

"En Panamá", dice, "hay dos factores distintos: el primero, la violación sistemática de los derechos humanos durante años, y el segundo una invasión militar que atenta, indiscutiblemente, contra la legislación internacional".

"Con respecto a los acontecimientos en la URSS", añade, "se trata de una situación trágica y, sin considerarme un defensor del Estado soviético, debo decir que cuando dos comunidades [azeríes y armenios] se están matando, el Estado tiene la obligación de poner fin a tal enfrentamiento civil". En relación con Rumania, subraya que es necesario saber que es un país que ha sufrido mucho y no resulta nada fácil la puesta en marcha de una democracia bajo esas condiciones".