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Justicia admite que dos de los presos de los GRAPO en huelga de hambre están muy graves

Un portavoz del Ministerio de Justicia afirmó ayer que los reclusos de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) en huelga de hambre Olegario Sánchez y José Balmón Castelis se encuentran en estado muy grave. Ambos se hallan hospitalizados en Zaragoza, donde el juez de vigilancia penitenciaria sólo consiente la alimentación forzosa cuando el preso haya perdido la consciencia. Familiares de los presos de los GRAPO en huelga de hambre afirmaron que temen por la vida de una decena de estos reclusos por el ayuno, que ayer cumplió 55 días.

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Signos de flexibilidad entre las familias de los reclusos

Los seguidores de esta acción con la que pretenden la reunificación en una sola prisión se hallan al filo del límite de tiempo que supuso la muerte de varios miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Los jueces españoles sólo coinciden en la necesidad de asistirlos cuando pierdan la consciencia, pero, sobre ello juega un organismo ya debilitado por anteriores huelgas de hambre.En todo caso, los familiares creen estar ante unos días decisivos en este pulso entre el Gobierno y los GRAPO. El Ministerio de Justicia reiteró ayer que no es negociable la dispersión de los presos y que ha puesto todos los medios para evitar la muerte de los huelguistas.

En 1981 murió el recluso de los GRAPO Juan José Crespo Galende tras 95 días de huelga con la que protestaba por el rigor del régimen penitenciario de la prisión de Herrera de la Mancha. Fuentes de los familiares de los presos de los GRAPO en huelga de hambre afirmaban que temían un fatal desenlace en el caso de una decena del medio centenar de reclusos de esta organización en huelga de hambre.

El Ministerio de Justicia reconocía que también era preocupante la situación de los 41 reclusos hospitalizados. Este ministerio informó que actualmente secundan esta acción de protesta 49 reclusos, toda vez que, según datos oficiales, 10 la han abandonado ya y dos han sido puestos en libertad.

Los familiares de los presos de los GRAPO muestran su preocupación por un desenlace fatal próximo no sólo de Sánchez Corrales y de Balmón Castells, sino por los siguientes: Buenaventura García, Ramón Fontcubierta Ariza, Antonio Lago Iglesias, José Ramón Teijelo y Milagros Caballero Carbonell. Estos cinco grapos se hallan internados en el hospital madrileño Gregorío Marañón, donde ayer tarde no fue posible recabar su estado médico. Familiares de estos presos indicaron que no eran alimentados pero tomaban suero salino, toda vez que han llegado a un estado de deterioro físico en el que el organismo rechaza la ingestión de agua y se ven impelidos a vomitarla cuando lo intentan.

También consideran muy grave los familiares la situación de Francisco Cela Seoane, internado en el hospital provincial de Zaragoza. En situación similar, según los familiares, se hallan Francisco Brotons Beneyto, internado en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, cuyo ritmo cardiaco es vigilado permanentemente. En Sevilla, según estas fuentes, se halla también José María Sánchez Casas. Y de 11 muy grave" califican la situación de Antonio Pedrero Donoso, hospitalizado en Alicante, y de Aurora Cayqtano Navarro y Alicia Ártimez Álvarez, internadas en la residencia sanitaria de Castellón. Estas reclusas, a diferencia de las anteriores, según los familiares, se hallan bajo alimentación forzada.

Fuentes médicas penitenciarias afirmaron que era imposible predecir la evolución de estos reclusos, si bien habían sobrepasado la "fecha mágica" de los 40 días de ayuno, período considerado máximo que un ser humano puede mantenerse en esta situación sin poner en grave peligro su salud. De añadididura, estas fuentes indicaron que muchos de estos reclusos ya han soportado anteriores prolongadas huelgas de hambre que ya habían dejado en situación muy delicada su organismo.

Por otro lado, los presos de los GRAPO Benjamín Grande Serrano y Jaime Simón Quintela, ingresados en el hospital de Txagorritxu (Vitoria) desde el jueves, comenzaron a recibir ayer tratamiento de alimentación forzosa, ya que el empeoramiento de su estado físico hacía temer por sus vidas, informa Aitor Güenaga.

Evolución satisfactoria

Por otra parte, las presas de los GRAPO Josefina García Aramburu y Carmen López Anguita, internadas en el hospital Civil de Basurto (Bilbao), "evolucionan satisfactoriamente, tolerando adecuadamente la nutrición enteral", según informó la dirección médica del centro sanitario. Fuentes próximas a la familia de Josefina García han comentado a este diario que esta reclusa ha pedido a sus padres que se abstengan de pedir una nueva autorización a la juez de vigilancia penitenciaria para que se le alimente a la fuerza, ya que esto sólo alargaría la huelga de hambre y el sufrimiento indefinidamente. Según señaló ayer una de las compañeras de la activista, Josefina ha anunciado su voluntad de continuar la huelga de hambre en el momento en que deje de recibir tratamiento médico y alimentación forzosa.

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