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Juan Guerra admitió que hacía negocios antes de dejar su despacho

Juan Guerra reconoció ante un juez de Sevilla, en julio pasado, que su situación económica y patrimonial había mejorado sustancialmente respecto a la que tenía en diciembre de 1987, fecha en que se produjo la separación de su mujer, María de los Angeles López Rubio.Esa declaración judicial se produjo a las pocas semanas de que Juan Guerra abandonara el despacho que, por espacio de seis años, ocupó en la Delegación del Gobierno en Andalucía. Poco antes, Juan había dejado de acompañar en público a Alfonso Guerra.

El hermano del vicepresidente realizó esa confesión judicial en el pleito de divorcio entablado contra su mujer, que le pedía 60 millones de pesetas, de una sola vez, o bien mensualidades de 600.000, frente a las 150.000 que tenía atribuidas como pensión en el acuerdo previo de separación.

Juan Guerra González continúa ausente. Su hijo Juan, de 19 años, declaró ayer a este periódico que fue su padre el que tomó la decisión de dejar de trabajar para el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, porque estaba ya demasiado ocupado con sus actividades. Para el segundo de los hijos de Juan Guerra, el escándalo en que se ha visto envuelto su padre tiene un culpable: "¿Que quién está detrás de esto? Pues José Rodríguez de la Borbolla", en alusión al actual presidente de la Junta de Andalucía.

Según otras informaciones, el presidente de la Junta impartió el pasado día 10 instrucciones rotundas a todos sus partidarios para abstenerse de cualquier acción o declaración que pudiera hacer pensar a los guerristas en una operación inducida desde la Junta.

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