El 'síndrome de Bakú'

"No se puede comparar la intervención del Ejército en Tiflis con la efectuada en Bakú, donde era la única fuerza que podía parar el derramamiento de sangre", manifestó ayer a esta corresponsal el comandante y diputado VIadimir Zolotujin, uno de los oficia les que realizan una activa labor para insertar la institución militar en un Estado democrático.En Tiflis, donde el Ejército intervino contra una manifestación civil en la noche del 8 al 9 de abril, la decisión fue tomada por un grupo reducido de personas en la estructura republicana del Partido y el Politburó del PCUS. En Bakú, señala Zolotujin, "la legalidad jurídica se respetó y la intervención del Ejército fue una decisión del Presidium del Soviet Supremo de la URSS.

"Había que defender el derecho a la vida, que es un derecho democrático", mantiene Zolotujin, según el cual el "síndrome de Tiflis puede dejar paso al síndrome de Bakú", a saber que el Ejército se utilizara en prevención de lo que iba a suceder, ya que una de las críticas que se le hacen es la de haber llegado cuando la sangre había sido derramada. Insistió en la urgente necesidad de aprobar leyes que regulen la intervención militar claramente.

Según el informe de la comisión parlamentaria dedicada a Tiflis, no existen actas de la reunión, pero los participantes han informado que en ella se acordó satisfacer las peticiones verbales de la dirección de Georgia de enviar unidades especiales del Ministerio del Interior y del Ejército. En una carta leída ante el Parlamento en diciembre, Ligachov confirmó la citada reunión y dijo que sus participantes pidieron a la dirección georgiana que actuara políticamente. Confirmó también que la dirección de los ministerios de Interior y Defensa habían recibido la orden de preparar fuerzas y medios con el objetivo de defender a la población y evitar que se produjera una matanza. Ligachov dijo haberse ido de vacaciones el 8 de abril y haberse enterado por la televisión del empleo de unidades del Ejército contra la población civil. Instrumento del Estado

El Ejército está en una difícil situación, decía ayer en Moscú el coronel Vladimir Smernov en la Conferencia de los Clubs del Partido. Smernov dijo que el Ejército debía ser un "instrumento del Estado", pero que ahora "está en manos del aparato del Partido y los últimos acontecimientos que han tenido tan trágicas consecuencias son el resultado de las directrices del aparato del Partido en el Ejército".

Uno de los más delicados contenciosos en las relaciones entre el Ejército y el poder político es el caso de Tiflis. Uno de sus puntos claves es la reunión transcurrida el 7 de abril en el Comité Central del PCUS y dirigida por el miembro del Politburó Egor Ligachov. Participaron el responsable de la ideología, Vadim Medvedev, y otros políticos, como Nikolai Sliunkov, Víctor Chebrikov, Anatoli Lukianov, el ministro de Defensa, Dimitri Yazov, y el jefe del Comité de Seguridad del Estado (KGB), VIadimír Kriushkov. Gorbachov estaba entonces de viaje.