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LA NUEVA EUROPA

El Este, hacia el Oeste

Los países comunistas desmantelan el sistema de partido único

La movilización popular y los cambios democráticos que se han producido en el Este y que están dando lugar a un proceso electoral en la mayoría de los países son en parte producto de la apertura iniciada por la política de perestroika y glasnost que ha auspiciado Gorbachov desde 1985 y que ha roto con la doctrina Breznev de intervención en los asuntos internos de los países hermanos.En Polonia se celebraron elecciones libres, las primeras en un país de Europa oriental, en junio de 1989, dos meses después de la legalización de Solidaridad, grupo que logró todos los escaños del Senado y la mayoría del Congreso. Wojciech Jaruzelski fue elegido por el Parlamento como presidente, y Tadeusz Mazowiezki, intelectual católico ex director del periódico de Solidaridad y asesor de Lech Walesa, fue nombrado primer ministro, convirtiéndose en el primer mandatario no comunista de Europa del Este. Su Gobierno incluye a otros 11 miembros de Solidaridad, 4comunistas, 3 del Partido Democrático y 4 del Partido Campesino Unificado, con un total de 23 carteras. Este proceso ha supuesto el fin del monopolio del partido comunista y el inicio de una reforma económica hacia el capitalismo que incluye un programa de privatizaciones, medidas de austeridad y la liberalización de los precios.

Hungría celebró elecciones parciales en julio y agosto de 1989 con candidatos de la oposición en las listas y cuyos resultados provocaron cambios, reformas y, finalmente, la refundación del Partido Comunista Húngaro, que ha pasado a denominarse Partido Socialista Húngaro. Un referéndum el 26 de noviembre de 1989 decidió la celebración de elecciones libres, convocadas para el 25 de marzo de 1990. Entre los candidatos destaca Imre Pozsgay, por el Partido Socialista Húngaro, que era considerado la oveja negra del PCH por su política radical y se ha convertido en el profeta del cambio democrático. De los grupos de oposición destaca el Foro Democrático Húngaro (MDF), creado hace dos años, que presenta como candidato a las elecciones presidenciales al etriólogo Lajos Für, aunque muchos militantes no ocultan sus preferencias por Pozsgay.

En Bulgaria, tras la caída del Gobierno de Teodor Yivkov el 10 de noviembre, asumió el poder el ex ministro de Exteriores Petar MIadenov. El Comité Central prometió abolir el papel hegemónico del PCH y convocó elecciones libres para el mes de junio de 1990. La oposición oficial a los comunistas ha estado representada por el Partido Nacional Agrario, única organización que tiene escaños en la Asamblea. La Unión de Fuerzas Democráticas, presidida por el filósofo Jelio Jelev, se encarga de coordinar las actividades de la oposición. Entre los grupos no comunistas destaca la Iniciativa Ciudadana, un ambicioso frente que ha luchado por las libertades democráticas y amparado a los disidentes. Ecoglasnost, el grupo verde creado a principios de 1989, no sólo defiende cuestiones ecológícas y de transparencia informativa, sino que se ha movilizado política y socialmente contra el Gobierno de Yivkov. También están el Comité de Derechos Religiosos y la Sociedad de Derechos Humanos. Además, por lo menos 250 intelectuales forman parte del Club de Defensa de la Glasnost y la Perestroika.

En Checoslovaquia, tras la dimisión de Ladislav Adamec el 7 de diciembre ante la presión de la oposición, se formó el primer Gobierno sin hegemonía comunista desde 1948, un Gobierno de unidad nacional dirigido por un triunvirato, el primer ministro Marian Calfa (comunista), el socialdemócrata Valtr Koniarek y el ex preso político y abogado católico Jan Carnogursky. El nuevo Ejecutivo ha convocado elecciones libres para el 8 de junio de 1990, y todos apuntan a que éstas se celebrarán en junio. El 27 de diciembre, Alexander Dubcek, ex secretario del PCCh en la primavera de Praga de 1968, fue nombrado presidente del Parlamento checoslovaco que dos días después eligió como nuevo presidente a Vaclav Havel, un escritor disidente, comprometido con la primavera de Praga y la Carta 77 desde sus inicios. El principal grupo político no comunista es el Foro Cívico (eslovaco), que se presentará como una coalición de distintas fuerzas políticas que luchan por la democracia, como el Público contra la Violencia, los socialdemócratas o los verdes, según ha anunciado su portavoz, el sacerdote Vaclav Maly.

En Rumanía, la movilización popular que desde el 17 de diciembre ha provocado miles de víctimas y la caída, proceso y ejecución de Nicolae Ceaucescu y su mujer Elena, se ha aglutinado en el Frente de Salvación Nacional, encabezado por Corneliu Manescu, ex ministro de Exteriores que ha nombrado un Gobierno provisional. Ion Iliescu, un tecnócrata, ex secretario para cuestiones ideológicas del Comité Central del PCB, que fue destituido en 1971 por negarse a llevar a cabo una revolución cultural según el modelo chino, es el nuevo presidente del Gobierno, y Petre Roman, un profesor del Instituto Politécnico de Bucarest, primer ministro.

En Yugoslavia son los sentimientos nacionalistas los que están movilizando a la población, y suponen el principal elemento de agitación política, pero este enfrentamiento entre las nacionalidades ha provocado también la paralización del proceso de reformas que se plantea la Liga Comunista.

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Albania es el único país del Este que mantiene el estalinismo más duro. Parece haber entrado en una etapa convulsiva que ha llevado al Partido del Trabajo a decretar el estado de excepción en el país.

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