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El director de 'La Repubblica' acusa a Berlusconi de actuar como una banda de asalto

Juan Arias

En la guerra en curso entre Silvio Berlusconi y Benedetti para hacerse con el control de Mondadori -el mayor grupo editorial del país-, la jornada del jueves pasado señaló, tras una batalla campal, un nuevo punto a favor del rey de la televisión privada que ha provocado la dimisión irrevocable de Andre Manzella. Este célebre magistrado ocupaba la presidencia del sindicato de accionistas del grupo Mondadori.En un editorial, Eugenio Scalfari, director de La Repubblica, hacía gravísimas acusaciones sobre Berlusconi y sus socios, a quienes denunciaba haberse saltado a la torera incluso las decisiones de los magistrados. Benedetti ha contraatacado declarando ilegal la acción llevada a cabo por Berlusconi el jueves, cuando a pesar de la petición del presidente Manzella de suspender la reunión durante 24 horas para esperar una decisión de los jueces, la mantuvo y nombró nuevo presidente a Fedele Confaloniere, brazo derecho de Berlusconi en sustitución de Manzella, que había dimitido a causa de la ac tuación de sus adversarios.

Scalfari ha llegado a calificar en su editorial de "banda de asalto" la acción de Berlusconi y los suyos, de quienes dice que han actuado "como un grupo sin escrúpulos, pisoteando sin el mínimo respeto las decisiones tomadas por el presidente del Tribunal de Milán encaminadas a lograr una honrosa mediación que tutelase los intereses de la sociedad".

Intimidación a la justicia

El director de La Repubblica ha añadido que lo que está pasando en Mondadori es fruto de la "ausencia de leyes, desinterés de la autoridad, intimidaciones de la justicia, padrinazgos políticos y arrogancia del poder y del dinero". Y concluye que los objetivos de dicha guerra son dos: "adueñarse de una gran empresa editorial y poner la mordaza a la Prensa libre", lo cual, explica, "no es capitalismo ni libre mercado, sino más bien guerra entre bandas para reducir al silencio a quien no se doblega a su voluntad".Con amargura, el director de La Repubblica puntualiza también que lo que asombra es que todo ello se esté realizando "sin. que desde el Gobierno se levante una sola voz que tutele la justicia y el interés público", aunque añade: "Claro que el asombro es relativo, porque en Italia los negocios y la política se entrelazan. El único obstáculo es la Prensa libre, y es ésta a la que se quiere reducir al silencio".

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