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El PSOE andaluz se plantea la posible expulsión del hermano de Alfonso Guerra del partido

Lourdes Lucio

La dirección del PSOE en Andalucía estudia la posibilidad de abrir un expediente de expulsión a Juan Guerra González, hermano del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, por sus operaciones especulativas, según reconoció ayer en Sevilla el máximo responsable del partido en la región, Carlos Sanjuán. Juan Guerra había sido advertido ya, al menos en dos ocasiones, por dirigentes socialistas para que no implicara con sus actividades y negocios la imagen del PSOE y dejara de utilizar un despacho oficial que tenía en la sede sevillana de la Delegación del Gobierno en Andalucía.

Carlos Sanjuán condenó ayer implícitamente la actitud de Juan Guerra González, al que se le atribuye haber utilizado su apellido en operaciones inmobiliarias en Andalucía, con el fin de enriquecerse. El secretario general del PSOE andaluz manifestó, en conferencia de prensa, que "el partido no tiene nada que ver con las actividades de Juan Guerra" y lamentó el que estas actuaciones "pudieran significar el aprovechamiento de una relación familiar". El dirigente socialista, que no ocultó su malestar por las denuncias formuladas en los últimos días, hizo suyas la recientes declaraciones del vicepresidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados y dijo: "Se equivocan quienes intentan responsabilizar a dirigentes políticos con las actividades de sus familiares".Sanjuán no descartó la apertura de un, expediente de expulsión del partido a Juan Guerra. "Pudiera plantearse", dijo. Se extrañó de "la profusión" con que los medios de comunicación habían abordado en los últimos días los negocios de Juan Guerra, cuando éste "hace un año que no va" por el despacho de la sede de la Delegación del Gobierno, en Sevilla. Según Sanjuán, Guerra no tenía "despacho oficial", sino que estaba autorizado a utilizar una de las dependencias. Sobre el trabajo que Juan Guerra desarrollaba en la sede gubernamental, SanJuán dijo: "Era una persona que actuaba de alguna manera como acompañante o ayudante de su hermano".

El malestar creado en medios socialistas andaluces por las operaciones de Juan Guerra fue confirmado ayer por el secretario regional del PSOE, que reveló que Juan Guerra fue advertido al menos en dos ocasiones, una hace un año y otra hace ocho meses y de manera terminante, para que dejara de involucrar al partido y de utilizar despacho oficial. Según ha podido saber este periódico, Leocadio Marín, actual presidente de la Cruz Roja y del PSOE andaluz, y primer delegado del Gobierno socialista en Andalucía, expresó varias veces en privado su malestar por la presencia de Juan Guerra en la sede del Gobierno, ya que incluso se Inrniscuía en el orden de protocolo de actos oficiales.

Protagonismo

En uno de los actos donde Juan Guerra tomó un fuerte protagonismo fue con motivo de la visita de los Reyes de España a Sevilla en abril de 1988, llegando incluso a situarse junto a su hermano Alfonso en el comité de recepción del aeropuerto. El malestar por la presencia de Guerra en la delegación del Gobierno en Andalucía también fue comentado en privado en su día por otros delegados, como Tomás Azorín, si bien nunca se tomaron medidas para expulsarlo de la sede oficial.Sanjuán no quiso aclarar si el grupo socialista, con mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, autorizará la creación de una comisión de investigación sobre los negocios de Juan Guerra, aunque afirmó que "no nie parece que sea un buen sistema querer convertir el Parlamento de Andalucía en una agencia de detectives". Tampoco le pareció correcto que "se adoptaran actitudes de linchamiento moral". A la pregunta de si las actividades de Juan Guerra perjudican al partido socialista, Sanjuán respondió: "Eso es lo mismo que si hay un sacerdote deshonesto y digo que la iglesia católica es deshonesta".

Los negocios y especulaciones de Juan Guerra también motivaron ayer la íntervención de la ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde. Ésta dijo: "El Gobierno siempre ha sostenido que ningun citidadano por ser familiar, amigo o conocido de un político debe verse favorecido en sus actividades profesionales pero tampoco perjudicado. No hay razón que justifique que haya sombras de duda sobre la moralidad de personas públicas porque actividades de familiares no sean o parezcan lo claras que deberían de parecer".

Por su parte, el Partido Andalucista (PA) pedirá al fiscal general del Estado, Javier Moscoso, que investigue las actividades de Juan Guerra por si "pudieran ser constitutivas de delito". El PA considera que ha podido existir un delito de malversación de caudales públicos en la venta, a mitad de precio del tasado oficialmente, de la finca La Carrascosa, situada en Las Pajanosas (Sevilla), a Juan Guerra. Un portavoz del PA aseguró que esta operación ha producido un daño económico al erario público, ya que la finca fue traspasada a Ensidesa como parte del pago de una deuda de 70 millones de pesetas contraída por la empresa Hierros y Aceros Especiales. La finca fue valorada en 1980 en 52 millones y fue vendida a Guerra, por 20, en 1988.

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