Aylwin mantiene en el poder a otros dos generales de la Junta de Pinochet

MANUEL DÉLANO, El presidente electo de Chile, Patricio Aylwin, pidió a dos miembros de la Junta de Gobierno, los generales Fernando Matthei y Rodolfo Stange, que sigan como jefes de la Fuerza Aérea y la Policía de Carabineros, respectivamente, con el nuevo Gobierno. Ambos militares, considerados más aperturistas que sus colegas de la Junta, aceptaron, Matthei por un año, y Stange por los cuatro del período presidencial que empieza en marzo.

La petición de Aylwin dejó en una inconfortable situación al general Augusto Pinochet, pero a la vez implica que al menos tres de los cuatro comandantes en jefe de las fuerzas armadas durante el régimen militar seguirán en sus cargos. Días atrás, Aylwin, por el contrario, solicitó a Pinochet que no siguiera al mando del Ejército, pero éste se negó.Aylwin se reunió por separado con Matthei y Stange el viernes en su domicilio. El mensaje del presidente electo a los; dos jefes militares fue similar: la permanencia al frente de sus Instituciones armadas es necesaria para el éxito de la transición a la democracia.Si Aylwin no se lo hubiera pedido, Matthei y Stange podrían haber permanecido en sus cargos porque la Constitución les garantiza inamovilidad. Para Stange, que previamente había anticipado que seguiría al mando de los carabineros, ha sido una confirmación. Matthei, en cambio, manifestó que se retiraría "a plantar kiwis" si la transición era normal.

El almirante José Toribio Merino, el único miembro de la Junta que sigue en el cargo desde el golpe de Estado de 1973 ha anunciado que se retirará cuando asuma el nuevo Gobierno. Los observadores consideran improbable que Aylwin, que llegó a la presidencia con el respaldo de una amplia coalición de centro-Izquierda, pida al impulsor del cruento derrocamiento del Gobierno socialista de Salvador Allende permanecer en la Marina.

Por otra parte, el partido comunista, que se encuentra sumido en un fuerte debate interno, anunció que iniciará su legalización durante los dos meses de presidencia que le restan a Pinochet, pese a que hay oposición dentro de la Junta y del régimen militar. Al término de una reunión con el presidente electo, el secretario general del partido comunista, Volovia Teitelboim, dijo que Aylwin manifestó tener interés en que no haya partidos ilegales durante su Gobierno. Teitelboim sostuvo que su partido colaborará para el éxito del nuevo Gobierno, sin participar en la Administración. "No vamos a tener ministros ni embajadores. No venimos a pedir nada", expresó.