Compromiso en el Parlamento Soviético sobre el informe de la matanza de Georgia
El Congreso de los Diputados de la URSS, el superparlamento soviético, de 2.225 escaños, encontró el domingo una fórmula de compromiso para superar las enormes tensiones provocadas por el informe de la comisión que investigaba los sangrientos sucesos ocurridos en Tiflis, la capital de la República Soviética de Georgia, en la madrugada del 8 al 9 de abril de este año.Otras tensiones, en este caso las provocadas por el informe de Alexandr Yakovlev, presidente de la comisión que investigaba el pacto germano-soviético, se resolvieron también cuando el miembro del, Politburó aportó nuevas pruebas complementarias de que los protocolos secretos del pacto de no agresión de 1939 entre Hitler y Stalin habían existido, aunque no se haya encontrado su original.
La comisión condenó los protocolos secretos como documentos legales. Sus conclusiones, que no fueron aprobadas el sábado y tuvieron que volver a someterse a votación el domingo, provocaron una enconada polémica entre los representantes del Báltico, satisfechos en términos generales de la fórmula encontrada por Yakovlev, y los defensores de la integridad del Estado soviético, que consideran ésta mermada por el reconocimiento del protocolo y su condena.
El Congreso de, los Diputados concluyó el domingo su reunión, tras 10 días de agotadoras y a menudo poco fructíferas sesiones, que el sábado se prolongaron hasta pasadas las once de la noche de Moscú.
El pleno extraordinario del -Comité Central del Partido Comunista de la URSS (PCUS) estaba reunido ayer para debatirla decisión del Partido Comunista Lituano de separarse del PCUS. La agencia Tass informó que el tema, "no sólo concierne a los comunistas lituanos sino también al PCUS en su conjunto". Esta medida, sin precedentes en la historia de la URSS, ha provocado una escisión entre los comunistas lituanos. Gorbachov había tratado por todos los medios de evitarla. Una vez tomada, el Politburó consideró necesario reunir un pleno del Comité Central.
El líder Mijail Gorbachov, que el día anterior había hecho una vehemente condena de las tendencias separatistas; en la URSS, tuvo que intervenir personalmente para calmar los ánimos el domingo en la última sesión del Parlamento soviético. En esa ocasión, los diputados de Georgia y muchos otros pertenecientes al Grupo Interregional abandonaron la sala como señal de protesta por el informe del fiscal militar, que divergía abiertamente con el que había sido leído antes por Anatoli Sobchak, el brillante abogado leningradense que dirige la comisión investigadora de la intervención del Ejército contra manifestantes desarmados en Tblisi.
Compromiso
La fórmula de compromiso, votada mayoritariamente por el Congreso, califica los sucesos como una tragedia donde se reflejaron la incapacidad de la antigua dirección georgiana y una cadena de errores en distintos centros de decisión, y hace una reflexión sobre el uso de las fuerzas armadas en la resolución de los conflictos internos.
El contencioso de Tblisi es uno de los temas más delicados que han surgido en las sesiones parlamentarias, pues los altos mandos del Ejército han revelado una gran susceptibilidad ante las conclusiones que querían llevar ante los tribunales a los responsables de la orden de usar palas de zapador y gases químicos contra la población civil.
El fiscal militar ha negado que se usaran tales gases y ha considerado que el uso de las palas de zapadores fue aislado y en defensa propia contra una multitud que tenía una actitud muy agresiva con los representantes de las fuerzas del orden.
El informe de la comisión dirigida por Sobchak revela lo que en opinión de observadores políticos reformistas puede ser uno de los más graves peligros para la reforma política, a saber, la posibilidad de utilizar unidades del Ejército soviético para resolver conflictos internos a partir de decisiones tomadas no por órganos estatales sino por órganos del Partido Comunista.
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