Pekín pierde un amigo

Las autoridades chinas, temerosas de que reviva su oposición interna, han mantenido alejados de los medios de comunicación social los sucesos relativos a los cambios actualmente en marcha en Europa del Este. En los últimos meses, con el surgimiento de los nuevos regímenes en el Este europeo, Pekín se ha ido distanciando de estos países con excepción de Rumanía, Gobierno con el que, por el contrario, había estrechado las cordiales relaciones que mantenían.La cobertura oficial diaria de estos acontecimientos se ha limitado a los sucintos artículos publicados en el periódico del partido Diario del Pueblo y algunas apostillas, en la radio y la televisión al final de sus programaciones. En todos estos casos, se ha evitado aludir al carácter popular de las protestas. Los cambios que se registran en estos países europeos se describen como el resultado de las decisiones adoptadas por los dirigentes y no como la consecuencia de la presión pública.

Los únicos que han tenido acceso a esta información han sido los estudiantes e intelectuales que tienen radios de onda corta que han podido seguir los acontecimientos a través de los informativos en inglés de la Voice of America o la británica BBC debido. Ambas tienen emisiones en el idioma mandarín -chino oficial- pero las autoridades las han distorsionado con una inhabitual eficiencia.

En los medios oficiales se hace especial hincapié en la reproducción de las declaraciones efectuadas por dirigentes del Este en las que éstos critican la "manipulación" y las "interferencias en los asuntos internos" -algunos de los temas más populares en Pekín- efectuadas por las potencias occidentales.

En la cobertura dedicada a la República Democrática Alemana, por ejemplo, se ha obviado toda mención a las acusaciones de corrupción a las que han sido sometidos los antiguos dirigentes. Durante su visita a Rumanía el pasado noviembre, Qiao Shi, miembro del Politburo del Partido Comunista Chino expresó la "profunda impresión" que le había causado el "poderoso liderazgo" del partido comunista rumano. Ahora ha sido silenciado que la revuelta popular en este país ha acabado con el régimen de Ceaucescu.