La URSS expresa su apoyo "a la causa del pueblo rumano"

El líder soviético, Mijail Gorbachov, se quedó rezagado respecto a otros países socialistas europeos y respecto a las informaciones de la agencia oficial Tass ante los vertiginosos acontecimientos en Rumanía. Éstos provocaron a lo largo del día de ayer una manifestación de grupos informales moscovitas que coreaban consignas contra Ceaucescu ante la Embajada de Bucarest en Moscú, donde reside toda la delegación diplomática rumana.En la tarde de ayer, Gorbachov propuso al Congreso de los Diputados una declaración muy diplomática y precavida. El texto señala: "En este momento de viraje para los destinos de Rumanía" el Congreso señala su "decidido apoyo a la justa causa del pueblo rumano. Expresamos a los ciudadanos de Rumanía nuestros tradicionales sentimientos de amistad y buena vecindad y reafirmamos nuestro sincero anhelo de cooperar estrechamente en interés del socialismo y de la paz". El texto fue aprobado con un aplauso.

El máximo dirigente soviético se negó a condenar la represión del régimen dictatorial del presidente Ceaucescu el jueves por la noche, tal como solicitaban muchos diputados, entre ellos los representantes de la república de Moldavia, que es fronteriza con Rumanía y ocupa la mayor parte del territorio de la antigua Besarabia rumana.

"No dudamos de que el pueblo rumano tendrá el suficiente sentido común para mantener la calma y la estabilidad; pese a los dramáticos acontecimientos, se crearán condiciones para una vida normal y se formarán nuevas instituciones de poder (... )", dijo ayer por la tarde el portavoz del Ministerio de Exteriores, Vadim Perfiliev, una vez anunciada ya la caída de Ceaucescu.

A primera hora de la mañana, el Congreso de los Diputados Populares de la URSS expresó su seria preocupación por la situación en Rumanía y su esperanza de que se encontrara una solución pacífica a los conflictos, en una declaración votada a instancias del presidente en funciones de la Comisión parlamentaria de Política Internacional.Los sucesos de Rumanía, vecina y aliada de la URSS, han tenido un impacto emocional mucho más fuerte en los diputados del Congreso que la invasión de Panamá por EEUU, un hecho que, según medios parlamentarios reformistas, da un argumento más a los sectores del Ejército contrarios a la reducción del presupuesto de defensa.

"Ante nuestros ojos resucita nuestro propio pasado estalinista", manifestaba, refiniéndose a la represión en Rumanía, el escritor y diputado David Kugultinov, un representante de los kalmykos, del Volga, que calificaba a Rumanía de la "última ciudadela del estalinismo".

Declaración suave

La declaración parlamentaria, mucho más suave que la propuesta de condena a Bucarest realizada por un grupo de diputados radicales, fue aprobada por 1.809 votos a favor, 32 en contra y 65 abstenciones. La noche anterior, el Congreso de los Diputados había cerrado su sesión abordando el tema rumano. Ante las insistencias de muchos Gorbachov manifestó que no tenía información para emitir un juicio.

Moscú pidió el miércoles a su embajador en Bucarest, Evgueni Tiazhelnikov, que se dirigiera a la dirección rumana para obtener información, según dijo Gorbachov el jueves. Tiazhelnikov fue un dirigente del Komsomol (las juventudes comunistas soviéticas) en época de Leonid Breznev, es miembro del Comité Central y fue destinado a Bucarest en tiempos de Andropov. Además, el embajador de Rumanía en Moscú fue requerido en el Ministerio de Exteriores.

Al parecer, la dirección soviética consideró unas horas más tarde que, las cosas habían cambiado e impulsó la declaración finalmente aprobada por el Congreso. Gorbachov manifestó a los diputados que la situación en Rumania había empeorado por la noche y luego dio a conocer las últimas noticias llegadas de Bucarest, cuando todavía no había sido defenestrado Ceaucescu. "El dictador ha caído", anunció a las 14.44 horas la agencia Tass.