Miklos Nemeth se desmarca del Partido Socialista Húngaro

Miklos Nemeth, primer ministro de Hungría, presentó ayer su dimisión como miembro de la presidencia del Partido Socialista Húngaro (PSH, antes comunista). El jefe de Gobierno húngaro se desmarcó ayer del partido en el poder en Hungría, que no apoyó en el Parlamento el presupuesto que él presentó para 1990. "Quiero representar los intereses de toda la nación, y no solamente de un partido", dijo Nemeth para explicar su dimisión.

El Parlamento húngaro aprobó ayer la ley de vivienda, y el martes, el presupuesto para 1990. Un presupuesto nada parecido al propuesto por el Gobierno que dirige Miklos Nemeth. Numerosas enmiendas trastocaron un plan de emergencia para salir de la crisis económica, con el que la dirección del partido socialista discrepaba por completo. Si el plan inicial suponía un aumento en un 300% como máximo en los precios del alquiler de la vivienda, el Parlamento aprobó ayer un aumento del 35%. El plan inicial de Nemeth incluía también la privatización de gran parte de la vivienda que hoy es propiedad estatal. Este punto quedó excluido de la ley aprobada ayer.Horas antes de su dimisión, Nemeth había amenazado con la dimisión de todo el Gobierno si no era aprobado el presupuesto de 1990; un presupuesto de recortes radicales elaborado para un momento de crisis económica, bajo el auspicio del Fondo Monetario Internacional para la concesión de créditos y aprobado por Helmut Kohl, canciller alemán occidental, en su visita a Budapest hace tres días.

"El Gobierno no abordará 1990 con soluciones técnicas transitorias", declaró ayer el ministro de Finanzas, Laszlo Bekesi.

Con este trastocamiento de los planes económicos del Gobierno, el partido socialista está tomando más en cuenta intereses de partido que los intereses generales de la nación, según Nemeth; unos intereses orientados a las próximas elecciones generales de 1990.

El proyecto inicial de Nemeth incluía la liberalización de los precios de los alimentos a partir del 1 de enero -lo que equivaldría a su aumento- y las líneas generales de encauzamiento hacia una economía de mercado. Según el Gobierno, las condiciones para el normal y continuo desarrollo de la economía húngara no pueden ser establecidas el próximo año sin que se apruebe este presupuesto.