_
_
_
_
Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Monteverdi y Haendel, para los universitarios

La semana pasada fueron las Vísperas de Monteverdi: la anterior, la Misa en si menor de Bach; ahora, el Mesías de Haendel y en febrero volverá Monteverdi con Orfeo. Así, el cielo de la Univesidad Autónoma de Madrid pone al alcance de todos los grandes monumentos de la música.Ante un público multitudinario, mayoritariamente joven, que llenó el Auditorio Nacional, The Scholars hicieron una preciosa versión de las Vísperas de la Virgen María de Monteverdi. Una veintena corta de cantores y tañedores, de todo punto excelentes, expusieron su punto de vista sobre una partitura que, en definitiva, podemos considerar abierta. No sé -porque tendría que decirlo el propio Monteverdi- si estábamos ante la autenticidad, o no; sí, que la fervorosa creación monteverdiana recuperó su intimidad sin merma de ningún otro valor. Sonó esplendoroso el Magnificant y antes, dos únicas voces femeninas, transfiguraron toda una escolanía para voltear con su letanía la asombrosa Sonata sopra sancta María.

Lo expresivo adopta en la voz tales entonaciones que puede sugerir, como en el Gloria, procedimientos de hoy mismo y la melódica, en la que juegan serenidad y pasión, esto es, sentimiento, se enciende como un fuego ascendente al modo de El Greco. En definitiva, The Scholars reinstalan en nuestro ánimo la belleza creada por Monteverdi con potencia de actualidad. Se trató, sin duda, de uno de los mejores conciertos de la temporada al que correspondió, consecuentemente, una de las más entusiastas reacciones.

También procedentes de Gran Bretaña anteayer vino al Monumental el Coro de la Capilla de San Jorge del castillo de Windsor -absolutamente perfecto en las voces- y la formación instrumental The London Virtuosi, dirigidos en el Mesías de Haendel por el organista, director coral y orquestal, Christopher Robinson.

Con todo y guardar las adecuadas líneas estilísticas, la versión distó bastante de lo conseguido por los intérpretes de Monteverdi. Para empezar, los solistas no eran nada extraordinario, lo que dañó a esa "ópera en libertad" que según Romain Rolland son los grandes oratorios haendelianos. La soprano Tracey Chadwell, el contratenor Robert Harre-Jones, el tenor Paul Nilson y el bajo Mark Wildman, hacen esta música con familiaridad, lo que favorece una interpretación no apoyada en facultades especialmente importantes.

Ahora bien, cada intervención del coro constituyó una pura delicia por la exactitud en la afinación, la ligereza en el dibujo y el equilibrio de la polifonía.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_