Dos aviones militares de EE UU se cruzaron a corta distancia en el aeropuerto de Zaragoza
El control aéreo de Zaragoza ha presentado una reclamación por un incidente registrado el pasado 27 de noviembre en ese aeropuerto entre tres aviones militares de EE UU. Según la denuncia, los militares de EE UU de la torre de control autorizaron a aterrizar a un avión cisterna KC-10 por una pista cuando por otra, separada 60 metros, realizaban una baja aproximación en sentido contrario dos F-16. El primer caza se cruzó con el KG 10 a corta distancia y el segundo tuvo que desviarse a siete millas del final de la pista.
El incidente comenzó a las doce de la mañana del pasado 27 de noviembre, cuando el control de tráfico aéreo (ATC), servido por civiles, transfirió al control de aproximación a tierra por radar militar (GCA) -regido por militares de España y EE UU- un avión cisterna KC-10, Lando 28, que regresaba a Zaragoza tras una maniobra de abastecimiento en vuelo.El GCA, cuando el KC-10 estaba a tres millas de la pista instrumental, por su entrada habitual, la 30R, lo transfirió a la torre de control, servida por militares de ambos países, para que ésta autorizase el aterrizaje.
A las 12.05, el ATC transfirió al GCA a un F-16, Tiger 2 para que realizase sobre esa pista en igual sentido una baja aproximación (sobrevolarla a baja altura y remontar).
Cinco minutos más tarde, el ATC encomienda a un segundo F-16, Tiger 3, al GCA para realizar idéntica operación sobre esa pista y en igual sentido. A las 12.11, los "militares estadounidenses de la torre de control autorizan a aterrizar al avión cisterna, Lando 28, por la otra pista, paralela y separada por unos 60 metros", pero por su sentido contrario, el 12R, "sin coordinar ni advertir al control aéreo.
"Romper la maniobra"
Esta operación provoco que "el Tiger 2 se cruzara en dirección opuesta con el Lando 28", a una distancia inferior a una milla según controladores aéreos de Zaragoza. A las 12.13, el GCA hubo de desviar y "romper la maniobra del Tiger 3 cuando ya estaba a siete millas del final de la pista", punto alejado apenas dos millas del lugar de aterrizaje del Lando 28. A consecuenela del incidente, "fue demorado 10 minutos el despegue del vuelo VVGM / 59", un Alfa-3 de la Marina de EE UU.José Antonio Mas, secretario general de la sección sindical de UGT de controladores aéreos y firmante de la denuncia, considera "gravísimo" el incidente, toda vez que los militares de EE UU de la torre autorizaron a aterrizar al KC-10 sin avisar al control aéreo, en contra de lo que es preceptivo cuando se da luz verde a la toma de tierra por ese inhabitual punto (el 12R), con el agravante de que conocían que dos cazas se aproximaban a baja altura por la otra pista en sentido contrario.
José Antonio Mas destaca que el incidente tuvo mayor peligrosidad debido a la escasa visibilidad de la jornada -Inferior a 4.000 metros-, con bruma y nubes a una altura de 300 metros. Todo esto obligaba, como es preceptivo con visibilidad inferior a 8.000 metros, a que todos los aterrizajes y despegues se realizasen en vuelo instrumental (IFR).
Disconformidad de EE UU
EL PAIS recabó la versión del responsable del Ala 406 de cazas tácticos de entrenamiento de Estados Unidos con base en Zaragoza, coronel Edward Mangis. El Gabinete de Prensa emitió la siguiente escueta nota: "Se ha revisado concienzudamente toda la documentación y, no hay ningún incidente de ningún avión norteamericano y, además no había en esa fecha ningún F-16". Mas, firmante de la denuncia, replica que este documento tiene sello oficial y obra ya en poder de la comisión investigadora de incidentes. Añade que tiene las grabaciones de las conversaciones con los aparatos, con la torre y con el GCA y la ficha que identifica a los tres aparatos involucrados.Mangis, en declaraciones concedidas el pasado día 1, manifestó su disconformidad con el plan para evitar el actual menudeo de incidentes entre aviones militares de EE UU y aparatos civiles en el aeropuero base de Zaragoza diseñado entre Aviación Civil y Defensa. Su última fase, la limitación del vuelo visual en un radio de 20 millas sobre Zaragoza a cuatro pasillos aéreos, entró en vigor el pasado lunes. "Creemos", dice Mangis, "que las medidas propuestas podrían empeorar la situación. Están diseñadas para usarse con baja densidad de tráfico IFR (instrumental) y concentrarían todo el tráfico IFR y VFR (visual) en un mis mo corredor. Modificaría las rutas de entrada, pasando ésta del valle a las zonas montañosas, lo que conllevaría riesgo para todos los pilotos. Los pilotos de EE UU vuelan en países del mundo de acuerdo con las normas impuestas por la Organización de Aviación Civil Internacional y las del país que sobrevuelan con gran disciplina. En ningún otro lugar se no han hecho las alegaciones que se nos hacen en Zaragoza, ni si quiera en Madrid".
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