El triunfo de los jóvenes

Ni siquiera la coincidencia con otros dos conciertos importantes restó público al organizado por Juventudes Musicales Madrileñas en el Auditorio Nacional para presentar a tres jóvenes solistas: Rosalía Pareja, pianista, Roberto Mendoza, violinista y Brígida Rodríguez Uría, violonchelista, la más experimentada del trío,La presentación se hizo a lo grande al unir al valioso trío solista en el Concierto en do mayor, opus 56 de Beethoven, obra comprometida en todos los sentidos y solo relativamente agradecida. Intervino la Orquesta Sinfónica de Madrid, bajo la dirección de Luis Aguirre y todos nos dieron una versión de la obra beethoveniana de absoluta categoría. Si se hubiera tratado de intérpretes con fama, instalados en el stars-system, todo el mundo se habría hecho lenguas de un trabajo de tan alto nivel.

No puede negarse que hubo larguísimos aplausos pues la cohesión de los solistas, entre sí y con la orquesta, su estilo, su calidad sonora, su seguridad, su planta de concertistas unidas a la firme y siempre musical dirección de Aguirre hizo posible una interpretación ejemplar.

La Sinfónica -especialmente sus cuerdas, como parece tradicional en su historia- tocó en virtuosista tanto en Beethoven como en la segunda parte de fragmentos instrumentales operísticos (que incluía La fuerza del destino, la suitte de Carmen, y la Danza de las horas de la Gioconda.

Luis Aguirre se mostró como un director hecho y derecho que debiera ocupar un puesto destacado en nuestro panorama antes de que lo veamos de director musical en el extranjero pues cada vez que ha salido ha logrado éxitos tan indudables como apoyados en el más riguroso servicio a la música.

La brillantísima jornada musical estuvo presidida por la reina Sofía, el príncipe Felipe y la infanta Cristina.