La crisis económica provoca la dimisión de tres miembros del Gobierno argentino
La crisis política, oculta como una bomba de tiempo debajo de la grave situación económica que atraviesa el país, estalló al fin a mediodía de ayer y removió de sus puestos a tres ministros del Gobierno que preside Carlos Menem. El de Economía, Néstor Rapanelli, renunció a su cargo y fue reemplazado por el de Salud y Acción Social, Antonio Erman González. El de Interior, Eduardo Bauzá, fue desplazado al sillón que ocupaba González y en su lugar ingresa Julio Mera Figueroa, el jefe de la campaña electoral de Menem, que hasta ahora actuaba como asesor de presidente.
El Gobierno se quedó sin respuestas frente a la estampida en la cotización del dólar y el alza desmesurada de las tasas de interés que los bancos ofrecen a los inversores. El lunes se había aplicado un "ajuste sobre el ajuste" para calmar a los mercados financieros, pero los grupos económicos reaccionaron en contra de la prórroga por dos años en el pago de los títulos públicos. El Banco Central, que toma dinero para compensar el déficit del Estado, tiene una "deuda interna" estimada en 6.000 millones de dólares. Entre el lunes y el jueves, el Gobierno aumentó en un 60% las tarifas de los servicios públicos, devaluó en un 54% el austral, la moneda argentina, y fijó la cotización M dólar en 1.000 australes. De inmediato, los precios de todos los alimentos y servicios subieron en porcentajes similares.El jueves por la noche el ministro Rapanelli presentó su renuncia con la esperanza de que el presidente Menem lo confirmara en el puesto y acabara de una vez con las disputas en el Gabinete. El propio Rapanelli no podía confirmar ayer por la mañana si era o no el ministro en funciones.
Menem abandonó la reunión del Gabienete el jueves por la noche y el viernes no concurrió a su despacho en la Casa Rosada, la sede del Gobierno. Ayer por la mañana le ofreció el cargo de ministro de Economía a Antonio Erman González, un dirigente de la Democracia Cristiana en la provincia de La Rioja que ya había sido el responsable de la Economía en el Gobierno provincial cuando Menem era gobernador. Desde que Menem es presidente de la nación, González ya ha sido vicepresidente del Banco Central y luego ministro de Salud y Acción Social.
El reemplazo del ministro del Interior, Eduardo Bauzá, que pasa a Salud y Acción Social en lugar de González, revela que Menem ha optado por ratificar la alianza con la empresa multinacional Bunge y Born a pesar de la renuncia de Rapanelli, que era directivo de ese holding hasta que ocupó el cargo como ministro. Bauzá es el líder de los dirigentes peronistas que se oponen a esa alianza y al acuerdo con la derecha política. Para que no queden dudas, Menem proyecta la creación de un Consejo Económico y Social que estaría integrado, entre otros, por el propio Jorge Born y los ex ministros de Economía Álvaro Alsogaray -líder de la Unión de Centro Democrático- y Adalbert Krieger Vasena, dos de sus asesores personales. Ambos fueron funcionarios de las dictaduras militares. El Consejo tendría como misión la de controlar la marcha del plan económico, basado en la liquidación del Estado. Con Julio Mera Figueroa, discípulo y secretario personal hasta su muerte del caudillo Vicente Saadi, patriarca de la dinastía peronista que domina la provincia de Catamarca, fronteriza con La Rioja en el norte del país, Menem se afirma en los sectores "ortodoxos" de su partido.
