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HACIA UNA NUEVA EUROPA

El Gobierno y la oposición en la RDA llaman a la no violencia ante la 'cumbre' de Dresde

JOSÉ M. MARTI FONT ENVIADO ESPECIAL Los primeros ministros de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, y de la República Democrática Alemana, Hans Modrow, se mostraron ayer de acuerdo en la idea de la "comunidad contractual", punto primero del programa de Kohl para la confederación, según manifestaron en sendas entrevistas a la televisión de la RDA. El Gobierno de Berlín Este y los grupos opositores han hecho un llamamiento a la población para evitar la violencia, ante los temores de que puedan producirse incidentes en Dresde, lugar donde se celebrará la cumbre interalemana.

Las actividades de grupos de extrema derecha y de partidarios de la inmediata unión entre las dos Alemanias se han hecho notar en los últimos días en Dresde. En un momento especialmente caótico, Kohl ha querido añadirle un poco de picante en las vísperas de su entrevista con el primer ministro Hans Modrow el próximo martes en Dresde. "Nadie puede impedirme que, no sólo por deseo, sino por convencimiento, piense que el pueblo de la RDA se decida libremente de una manera que me hará feliz", dijo al final de su entrevista. El canciller, sin embargo, hizo también un llamamiento a la calma y criticó duramente a los "grupos extremistas" que "pueden estropearlo todo".La sensación dominante, especialmente en Bonn, es que Kohl, que hasta ahora ha visto cómo le robaban el protagonismo en todos los temas interalemanes y tiene una espina clavada desde que en Berlín, tras la caída del muro, y la ovación general al ex canciller Willy Brandt, fue abucheado por la multitud, está haciendo todo lo posible para darse un baño de multitudes en Dresde.

En la RDA, mientras tanto el proceso sigue su curso. Ayer se suprimieron definitivamente las milicias populares (Kampfgruppen), una organización paramilitar compuesta por voluntarios del partido que recibían instrucción antisubversiva y disponían de armas cortas. El Gobierno les ha dado como plazo para su total disolución el próximo 30 de junio.

Otro tanto sucede con la temida policía política (STASI). El portavoz del Gobierno, Wolfgang Meyer, se hizo eco el jueves de la petición de los miembros de la oposición que forman parte de la mesa redonda de desmantelar este organismo represivo, si bien de sus palabras se dedujo que esta decisión no será oficial hasta el próximo lunes. Sin embargo, de hecho, la STASI ha sido ya disuelta. En los pueblos pequeños del interior hace ya más de una semana que se cerraron sus oficinas y locales. La mayoría de los temidos agentes políticos han desaparecido.

Ayer, se inauguró en Berlín Oriental el congreso de la Unión Cristiana Democrática (CDU), uno de los cuatro partidos del bloque que gobernó junto con los comunistas durante los últimos 40 años y que ahora ha decidido desmarcarse. Su presidente, Lothar de Maiziere, abrió la sesión pidiendo al partido que votara una declaración en la que se pedía perdón a los ciudadanos de la RDA "por haber contribuido a la crisis del país".

Hoy comienza la segunda parte del congreso del partido comunista (SED). Para asistir al mismo llegó el jueves por la noche Alexander YakovIev, jefe de ideología del PCUS.

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